La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó este martes a Telesur su deseo de acabar con la pobreza en su país, tal como lo manifestó antes de ser electa. La mandataria hizo esta declaración al intervenir en un acto por los 10 años del programa Bolsa Familia, celebrado en Brasilia.

En el evento, Rousseff destacó también que la tecnología social que se ha ideado para transferir recursos a los más pobres tuvo la capacidad de acabar con las políticas clientelistas que existieron por décadas en la nación.

“El programa Bolsa Familia va a existir en tanto exista una sola familia pobre en el país”, resaltó la presidenta sobre este programa que ha sacado de la pobreza a 36 millones de personas y beneficia a unos 50 millones de ciudadanos.

La jefa de Estado resaltó además que ‘’se trata del mayor proyecto de transferencia de rentas de Brasil y del mundo, que concede subsidios de 70 reales (31 dólares) a los personas de muy bajos ingresos y garantiza además su acceso a la salud y la educación’’.

Acotó que con Bolsa Familia se redujeron en 46 por ciento las muertes de niños con diarrea y descendió a más de 50 por ciento las mortandad infantil.

Durante el acto, realizado en el Museo de la República, Rousseff estuvo acompañada por el ex presidente Lula, quien destacó el éxito del programa y desestimó las críticas que ha tenido de algunos sectores políticos.

‘’No sé por qué a algunos le incomoda que el Gobierno entregue un subsidio a los pobres, de seguro a esas personas no desean que el obrero, el trabajador, prospere’’, dijo Lula.

Ante las críticas, el ex presidente señaló: ‘’Hoy somos una nación con prestigio internacional y más de 60 representaciones de otros países nos visitaron para aprender y aplicar esta iniciativa de combatir la pobreza’’.