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Información General | 31 oct 2013

Entrevista exclusiva

Moreau: “Alfonsín hubiese estado satisfecho con el fallo de la Corte porque es una Ley que él buscaba”

En diálogo con Infoblancosobrenegro, el dirigente radical habló de la Ley de Medios, Héctor Magnetto y las presiones que sufrió Alfonsín durante la Presidencia. ¿Cuál es la actualidad de la UCR? ¿Por qué perdió tanto terreno el Partido Centenario?


Leopoldo Moreau, nacido en San Isidro en 1946, padre de 5 hijos, co- fundador de la Agrupación Estudiantil Franja Morada, ocupó varios cargos a lo largo de su vida política.

En su paso por el Congreso de la Nación dirigió la Comisión de Comunicaciones y estudió uno de los primeros proyectos de reforma de la Ley de Medios.

Infoblancosobrenegro entrevistó a Leopoldo Moreau para conocer su opinión acerca del fallo de la Corte Suprema; la influencia del Grupo Clarín y Papel Prensa en la sociedad; la Unión Cívica Radical y su actualidad política; Raúl Alfonsín y las presiones de Héctor Magnetto.

¿Cuál es su opinión del fallo de la Corte Suprema de Justicia respecto a la constitucionalidad de la Ley de Medios?

Fue un paso muy trascendente porque veníamos esperándolo desde hace 25 años. El primer proyecto lo presentó el gobierno de Raúl Alfonsín, en abril de 1988.

El fallo debe ser leído con mucho detenimiento porque tiene una enorme trascendencia. Trasciende la Ley de Medios, la supera dado que sienta jurisprudencia y doctrina en todo lo que es la legislación antimonopólica y la defensa de la competencia; va a ser útil en otros campos. También, actualiza un concepto vinculado a la democracia social.

Me parece razonable que el AFSCA no llevara adelante los planes de adecuación porque hubiese aumentado el desequilibrio en favor del grupo más grande. En estos cuatro años, si se hubiese aplicado la ley para unos si y para otros no hubiese sido en favor del que tenía protección de las medidas cautelares, es decir, el Grupo de Magnetto.

No tengo dudas de que la Ley le devuelve derechos a los ciudadanos a través del derecho a la información, le da fortaleza y autonomía al sistema político y por lo tanto le otorga más democracia a la sociedad.

Hay algunos opositores que consideran que Martín Sabatella debería renunciar porque es imparcial: ¿Usted qué cree?

Es una chicana política. El AFSCA es un organismo designado por el Parlamento. A diferencia de lo que ocurrió en los últimos 50 años ya no existe más el COMFER que tenía un interventor.

Ahora hay un organismo con un directorio, con representación del oficialismo y de la oposición, que no tiene las atribuciones draconianas que sí tenía el COMFER, el cual podía intervenir cualquier medio de comunicación y quitarle la licencia. Hay que garantizar que el AFSCA funcione a pleno como sé que está funcionado ahora.

Lo que pasa es que si sale un dirigente político y dice tiene que renunciar Sabatella se gana un título en los medios de comunicación. Pero no es serio.

Usted que trabajó y fue amigo del ex Presidente Raúl Alfonsín: ¿Cuál hubiese sido su reacción al escuchar el dictamen de la Corte Suprema?

No soy un exegeta de Alfonsín pero no tengo dudas de que hubiese estado a favor de una ley que democratizara los medios de comunicación, dado que él la impulsó en 1988. El proyecto había salido de lo que se denominaba el Consejo de Consolidación de la Democracia. Alfonsín creía que la democracia se consolidaba con la pluralidad de voces.

Él hubiese estado satisfecho con el contenido general de este fallo. Entendía que el Estado debía regular para que el mercado no interviniera en todas las actividades económicas o mediáticas. Para él, que ha escrito muchos libros, el Estado debía regular para que el pez grande no se coma al pez chico. Obviamente buscaría que la ley se aplicara ecuánimemente.

Alfonsín en su autobiografía hace referencia a una reunión con empresarios, luego de haber perdido las elecciones en 1989, donde se encontraba Héctor Magnetto. En la misma, el titular de Clarín le dijo que ellos (El Gobierno) ya eran un obstáculo para el país: ¿Estaba usted presente?

No estaba en la reunión pero sí estábamos en las cercanías del lugar. Cuando terminó la misma, tomamos conocimiento del hecho por las palabras del propio Alfonsín.

En ese momento el Grupo Clarín no era lo que es actualmente: ¿Ejercía presión de igual forma?

En aquel momento, estaba compuesto por el diario Clarín y había adquirido la mayoría accionaria de Radio Mitre. Ese era uno de los problemas por los cuales el Grupo apuraba la derogación del artículo 45, ya que quería blanquear la situación irregular de Radio Mitre.

El artículo referido establecía la imposibilidad de que los dueños de medios gráficos fueran a la vez titulares de licencias de radios y televisión. Es un modelo copiado de Estados Unidos, donde un propietario de un diario no puede ser a la vez dueño de una radio o de un canal de televisión.

Magnetto desde 1987 comenzó con la intención de derogar el artículo 45 y como no pudo con nosotros estableció una negociación con Menem; por ello, buscaba que llegara rápido al Gobierno.

Rodolfo Terragno, quien fue enviado por el ex Presidente Alfonsín a La Rioja para negociar la transición con Menem, quién ya había sido electo en las elecciones, se encontró en la Residencia con Magnetto.

Usted trabajó en el diario La Opinión y otros medios gráficos: ¿Se sufría la competencia, en aquel momento, de Papel Prensa, dirigido por el Grupo Clarín y La Nación en la venta de materias primas para los diarios competentes?

Trabajé entre 1973 y 1977 en el diario La Opinión, de Jacobo Timermann, y también fui corresponsal del diario El Día, entre otros medios.

Los diarios del interior del país eran los que más se sentían avasallados por esta situación de que Papel Prensa, única proveedora de papel para diarios, estuviese en manos de Clarín y La Nación. Tenían una actitud muy crítica. Uno de los diarios que hizo punta en este malestar fue Ámbito Financiero, cuando lo conducía Julio Ramos. Él fue muy crítico del negocio de Papel Prensa, e incluso escribió un libro.

MOREAU Y EL RECUERDO DEL RETORNO DE LA DEMOCRACIA

En 1972, el dirigente radical fue junto a Raúl Alfonsín uno de los fundadores del Movimiento de Renovación y Cambio, agrupación interna del radicalismo con fuerte tendencia progresista.

En 1983, Leopoldo Moreau fue un actor importante en el proceso de retorno a la democracia y del triunfo de la Unión Cívica Radical en las elecciones presidenciales, ganándole al peronismo que llevaba como candidato a Italo Luder.

¿Qué recuerda del 30 de octubre de 1983 cuando la UCR ganó las elecciones presidenciales?

Recuerdo cuando me levanté a las 6:30 para ir a votar y luego ir a defender las boletas. Había mucha gente temprano en las calles. Había mucha alegría.

A la noche, estábamos en una especie de centros de cómputos, aunque no con los sistemas que hay ahora, recibiendo la información de las mesas. La primera que llegó fue la de la Antártida, como siempre ocurre.

A las 23, no teníamos duda del triunfo y lo llamamos a Alfonsín, que estaba en una quinta del Gran Buenos Aires, y se trasladó a la sede partidaria. Allí hizo el anuncio del triunfo.

El gobierno militar no reconocía el triunfo de Alfonsín porque tenían esperanzas de que ganara el peronismo. Italo Luder se había declarado a favor de la Ley de Autoamnistía, mientras que Alfonsín había dicho en la campaña que la iba a derogar.

Cerca de las 3 de la mañana, apareció un grupo de personas de civil, que se presentaron como miembros de la Policía Federal y le dijeron a Alfonsín que eran custodios presidenciales. Esa fue la notificación oficial de que el gobierno reconocía el resultado.

Antes del 30 de octubre: ¿Ustedes sabían que ganaban las elecciones?

Sí. Unos días antes teníamos una encuesta, aunque no se usaba mucho, y nos daba un 52 por ciento de los votos. La gente en las calles a favor del radicalismo era un termómetro. Algunos dicen, equivocadamente, que Alfonsín ganó porque Herminio Iglesias quemó el cajón. Ya las elecciones estaban ganadas desde cuando Luder dijo que estaba a favor de la Ley de Autoaministía y Alfonsín se había declarado en contra.

Luego cumplió con esa promesa cuando derogó el Código de Justicia Militar; cuando creó la CONADEP; enjuició a las Juntas Militares y a José López Rega, quien murió en una cárcel de la democracia. Fue una ruptura con el pasado.

¿Cuáles fueron los poderes que más hostigaron al gobierno radical?

Todas las corporaciones. Primero, la corporación militar, dado que el aparato represivo estaba intacto. Luego, la cúpula eclesiástica cuando decidimos ampliar derechos civiles como la Ley de Divorcio o la Ley de la Patria Potestad Compartida.

A partir de 1987, comenzamos a tener conflictos muy fuertes con la Sociedad Rural y con el Grupo Clarín.

¿O sea que tuvieron los mismos enemigos que el kirchnerismo?

No sé si eran todos enemigos. Si, aquellos autoritarios que ponían bombas, como por ejemplo en un cine de la calle Lavalle. Quería crear caos.

La democracia cuando decide avanzar hacia la autonomía o la ampliación de derechos humanos, sociales, políticos o civiles siempre tiene tensiones con las corporaciones.

Desde el 2003 hasta la actualidad, las confrontaciones fueron con grupos económicos y mediáticos concentrados. Hoy en discusión no es la democracia sino la distribución del ingreso, y esa es una pelea muy dura.

¿Qué paso en la UCR desde 1983 hasta la actualidad? ¿Cuál es la situación actual del partido?

Nosotros hemos venido pagando costos. La transición democrática como tal implica pagar costos políticos. En la década de 1990 pagamos costos por tratar de conservar el sistema político en contra de la corriente dominante que pretendía el triunfo de la anti-política, para sostener un modelo económico liberal salvaje, surgido desde el Consenso de Washington.

Finalmente pagamos tributos a los errores. El gobierno de la Alianza fue una catástrofe para el radicalismo. Sería hora de superarlo, pero sólo lo lograremos si el radicalismo retoma su aspiración popular, nacional y progresista.

Leopoldo Moreau, quien se muestra satisfecho por los 30 años de democracia, sostiene que la aplicación correcta de la Ley de Medios beneficia a toda la sociedad al ampliar las voces de todos los sectores: “La Ley de Medios sostiene la democracia al permitir que todos participen”, sostiene el dirigente radical.

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