viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº -1962

Información General | 5 oct 2015

El 6 de octubre desde las 09.00

La gestión del agua será tema de debate entre especialistas, académicos e investigadores

Participarán legisladores, funcionarios municipales y provinciales, miembros de equipos de campaña de los candidatos a Gobernador, entidades empresariales, de la industria y el campo. También, Rectores, investigadores, académicos, docentes, prestadores de empresas y cooperativas de agua, sindicatos ligados a las industrias que utilizan al agua como insumo, entre otros. Organiza el Centro de Investigación Aplicada y Estudios del Agua.


La actividad se desarrollará en el Auditorio del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata.

“Por su carácter estratégico en la guía de las acciones futuras, el objetivo principal de la organización de este evento es *establecer un menú de prioridades en la agenda del próximo quinquenio acercando no sólo un diagnóstico, sino respuestas técnicas y políticas a cada uno de los temas relacionados con la gestión del agua”* , expresaron los organizadores.

Las conclusiones y herramientas consensuadas entre diferentes actores que se inscriban en esta propuesta servirán como base del diseño de programas a corto y mediano plazo que le permitan a la sociedad verse reflejada en una planificación sobre este tema que sea seria y estructurada.

El Centro de Investigación Aplicada y Estudios del Agua contribuirá al diseño de políticas, programas, herramientas e instrumentos de gestión, y contribuirá con su compromiso junto a otros actores sociales a llevar adelante una política de Estado en la materia, y el anclaje de cada una de las acciones y actividades que se vienen realizando en el marco de relación entre la UNLP, el SOSBA y organismos e instituciones asociadas.

A la actividad adhieren el Instituto Nacional del Agua (INA), la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) , el Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología bonaerense, la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA), la Autoridad del Agua (ADA) y la Empresa Prestadora de Servicios Sanitarios 5 de Septiembre S.A.

Cronograma de la Jornada

09.00 hs.

Acreditación

09.30 hs.

Presentación del Centro de Investigación y Estudios del Agua
Dr. Raúl Perdomo. Presidente UNLP
Lic. Julio Castro. Secretario General SOSBA

10.00hs

Charla Introductoria a la temática del Agua.
Ing. Raúl Lopardo. Presidente del INA

10.30 hs

Presentación de los ejes de trabajo del Centro de Estudios del Agua
Dr. Ramiro Sarandón

10.45 hs.

Café

11.15 hs.

Desarrollo a cargo de los Equipos Técnicos del Centro de Estudios del Agua de las “Diez ideas para una política en materia del agua”

Àreas temáticas:

- Agua y territorio

- Agua y economía

- Agua y sociedad

- Manejo Integrado de los recursos hídricos

- Agua y saneamiento como servicio público

- Agua y ambiente

- Planes y proyectos de obras hídricas

- Gestión institucional del agua

- Información para la gestión de Recursos Hídricos

- Contaminación del agua

Disertantes:

Azul Zabala – Fernanda Gaspari – Cecilia Lucino – Martin Carriquiriborde – Eduardo Kruse – Norberto Novoa – Raúl Rosa – Jose Luis Carner – Sergio Liscia

13.00 hs

ACTO DE CIERRE

Dr. Raúl Perdomo – UNLP
Lic. Julio Castro – SOSBA
Ing. Daniel Corolli – ADA
Lic. Pablo Challú – UIPBA
Ing. Raúl Lopardo – INA
Ing.Agr. José María Rodriguez Silveira – CIC-BA
Ing. Oscar Ercole – 5 de Septiembre

Centro de Investigación Aplicada y Estudios del Agua:
“Diez Ideas para una política en materia del Agua”

Introducción:

El agua es un recurso natural esencial para el ser humano, siendo sinónimo de vida, desarrollo y bienestar. Si bien es un recurso renovable, a través del denominado ciclo del agua, la disponibilidad de agua de buena calidad, además de ser relativamente escasa, se ha ido limitando progresivamente en las últimas décadas, como consecuencia de infinidad de actividades humanas que la degradan, agotan o contaminan. La abundancia de agua de buena calidad, en base a sus características físicas, químicas o biológicas, está directamente relacionada con la calidad del ambiente en la que se encuentre, ya sea en un entorno natural, rural o urbano.

El incremento en la demanda de agua para distintos fines por parte de los seres humanos (uso personal, industrial), así como la requerida por los ecosistemas naturales, y por los agro-ecosistemas en donde se producen los alimentos y otros productos naturales, está planteando la necesidad de incorporar estrategias de planificación del recurso hídrico con fines múltiples. Los tomadores de decisión, debieran contar con suficiente información respecto a los recursos naturales que tienen que administrar o sobre los cuales establecen regulaciones o autorizan usos específicos.

Por estas razones, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y el Sindicato Obras Sanitarias de la provincia de Buenos Aires (SOSBA), fiel a su histórico compromiso con las cuestiones sensibles de la sociedad, han establecido un convenio de cooperación para la gestión del agua a nivel provincial. En este contexto, se están conformando equipos de investigación y desarrollo vinculados con el tema agua, que potencie la interacción entre ambas instituciones, con el fin de elaborar proyectos, desarrollar estrategias y capacitar recursos humanos, con el fin de asegurar la adecuada implementación de los planes y programas de desarrollo regional.

El Centro de Investigación Aplicada y Estudios del Agua (CIAyEA) tiene como finalidad generar conocimiento científico original, y adaptar enfoques y estrategias innovadoras, tendientes a propiciar un mejor conocimiento y fundamentos para la gestión regional del agua y del ambiente; impulsando la investigación científica y técnica, de forma coordinada, interdisciplinaria e interinstitucional, así como la promoción de la docencia especializada y el asesoramiento técnico en todos aquellos temas relacionados con el agua y el ambiente, considerando tanto el recurso natural esencial como el servicio ecosistémico de valor universal asociado al agua en el seno de la biosfera.

A continuación, se proponen un conjunto de ideas para ser consideradas en la definición e implementación de una política integral para la gestión del agua en la región. Las temáticas abordadas plantean un enfoque estratégico (regional y a mediano plazo), para la gestión del agua superficial o subterránea, en relación a cuestiones técnicas, territoriales, ambientales, económicas, institucionales y sociales. Las ideas elaboradas por los integrantes del Centro conforman una visión general y a largo plazo sobre la temática, demostrando el compromiso asumido por ambas instituciones respecto a esta temática.

1. Agua y territorio

“Gestionar el agua en el territorio tomando de unidad de manejo integrado la cuenca hidrográfica”

Para gestionar el agua en el territorio es necesario utilizar un enfoque sistémico para el concepto de cuenca hidrográfica, que supere la mera idea de reducir la cuenca a una superficie de convergencia del escurrimiento hídrico superficial, dejando de lado todo el complejo bio-geo-mórfico y humano.

Bajo esta concepción la cuenca hidrográfica representa un espacio físico tangible que permite la concurrencia integral y multisectorial (actividades económicas y productivas), constituyendo un instrumento valioso del Estado y de la sociedad para administrar su actividad, conciliar intereses económicos y sociales, conservar la biodiversidad y permitir un uso sostenido de los recursos naturales.

En este sentido, la cuenca representa la una unidad de planificación y gestión para el manejo de los recursos naturales. La degradación del sistema ambiental de una cuenca hidrográfica altera al medio físico e incide sobre las actividades antrópicas, y a la sociedad en general, específicamente en su capacidad de brindar bienes y servicios ecosistémicos necesarios para el desarrollo.

Evidentemente la recuperación física del sistema ambiental, deberá pasar obligatoriamente por una recuperación social y económica del hombre y de la sociedad, lo que en última instancia, es una decisión de tipo político y de carácter educativo. En el estudio y planificación de una cuenca hidrográfica es indispensable la comprensión y aplicación del concepto de estabilidad para el buen uso y manejo de los recursos naturales.

En la actualidad la presión del hombre sobre éstos es tan fuerte que su efecto sobre las características del medio pueden, y de hecho hacen, que un ecosistema cambie por completo y su respuesta varíe en perjuicio del hombre. El concepto de manejo integrado de cuencas hidrográficas, se expresa como “el arte y la ciencia de manejar los recursos naturales de una cuenca con el fin de controlar la descarga de agua en calidad, cantidad y tiempo de ocurrencia”.

Como consecuencia de las políticas en el manejo de una cuenca hidrográfica se genera una planificación y gestión para el desarrollo sostenible, que forma parte de la base indispensable para la comprensión y aplicación del concepto de estabilidad en el buen uso y manejo de los recursos naturales y establecer una metodología para la elaboración del plan de ordenamiento territorial.

2. Agua y economía

“Asignar los usos del agua con fines múltiples, considerando los requerimientos ambientales y las necesidades del ser humano”

El agua es un recurso renovable, escaso y vulnerable que cumple funciones ecológicas, económicas, sociales y culturales, y no tiene sustitutos. Su escasez relativa o absoluta se manifiesta en el tiempo y en el espacio.

La asignación del agua disponible en una región debe atender no sólo los requerimientos ambientales y las necesidades básicas del ser humano, sino también propender a mejorar su calidad de vida, poniendo el recurso hídrico al servicio del desarrollo y bienestar de la sociedad. Por ello, su evaluación y cuantificación es una herramienta de análisis que contribuye a comprender el modo en que las actividades y productos se relacionan con la escasez de agua,
su contaminación, los impactos asociados, y las posibles medidas conducentes al aseguramiento de que dichas actividades y productos contribuyan a un uso sostenible del agua dulce.

Conocer y evaluar el estado y la dinámica del recurso hídrico con precisión en cantidad y calidad, constituye el insumo básico de todo proceso de planeamiento y gestión, proveyendo además información esencial para controlar la eficiencia y sustentabilidad de los sistemas hídricos y del conjunto de las actividades sociales y económicas relacionadas con el agua.

En este sentido, la Huella Hídrica es un indicador multidimensional del uso del agua dulce. Por ejemplo permitió estimar que la variación promedio de las precipitaciones que representan en el suelo 150 mm de agua útil en el ciclo de los cuatro cultivos principales (trigo, maíz, soja y girasol), tendría un valor en términos de incremental de la producción valorados a precios del quinquenio 2007/2011 de unos 3200 millones de dólares para la provincia de Buenos Aires.

Este tipo de información da la dimensión de la importancia en términos económicos del valor del agua en uno de los sectores más importantes en la economía provincial, dando la posibilidad de identificar y planificar medidas no estructurales que permitan aportar a la gestión y el desarrollo sustentable de la provincia.

3. Agua y sociedad

El agua es un recurso natural renovable, esencial para la vida (humana y de otros seres vivos), y el desarrollo de la población humana, no siendo posible sustituirla por otro recurso natural o artificial. Por eso el agua es considerada actualmente como un derecho humano. Esto implica que todos los habitantes de una cuenca hidrográfica tienen derecho a acceder al uso del agua para cubrir sus necesidades de bebida, alimentación, salud y desarrollo.

Con el fin de hacer una gestión equitativa del agua es imprescindible implementar mecanismos transparentes para la toma de decisiones que consideren los aspectos sociales, económicos y ambientales de su aprovechamiento. Esto es especialmente necesario en el marco de los procedimientos de Evaluación de Impacto Ambiental de políticas, planes, programas o proyectos.

La gobernabilidad del recurso agua implica el consenso de organismos de gobierno y usuarios en forma coordinada, para lo cual es necesaria la participación, información, comunicación y diálogo entre los actores. En la medida que el proceso de toma de decisiones se enmarque en instituciones específicas, como son los comités de cuenca, se asegurarán mecanismos de gestión integrada y sustentable del recurso a escala regional.

A fin de posibilitar procesos de participación efectiva, la sociedad en su conjunto debe comprender la naturaleza del ciclo hidrológico, la vulnerabilidad y escasez relativa del recurso en su región. A tal fin, deben desarrollarse campañas de divulgación y educación ambiental respecto del recurso agua.

En este sentido, los medios de comunicación tienen un papel determinante en la información pública, por cuanto contribuyen a la formación de conceptos básicos sobre los que la sociedad adopta sus decisiones colectivas. La comunicación es una herramienta fundamental para concientizar, educar, para poder trabajar conceptos culturales asociados al agua; incluso un modo de abordar y construir una perspectiva integral en torno al agua.

Se requiere mejorar la conciencia pública sobre qué tiene que hacer la ciudadanía, qué deben hacer las autoridades y cómo deben comportarse las empresas en relación con el agua potable y el uso productivo del agua. Existen aún demasiadas diferencias conceptuales, científicas y culturales para que se desarrolle de modo consensuado una política social y pública para la gestión del agua. Desde el punto de vista de la gestión del agua como un asunto público es necesario plantearse una política de desempeño en el escenario público para lograr cambiar el problema más fácil por ahora: el de la percepción, observación y evaluación del agua y de quienes son responsables de administrarla para todos.

El desafío de éste quinquenio es cómo establecer una nueva cultura de relación amigable entre el agua y la sociedad, considerado en su sentido más amplio, es decir, como el “conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, incluyendo los medios materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver sus necesidades de todo tipo”.

Por otra parte, el Cambio Climático nos impone una nueva realidad, y a la vez, una oportunidad para actualizar el viejo sistema de creencias de la sociedad argentina, que nos permita tomar conciencia de nuestras potencialidades y la necesidad de darle valor estratégico y ponderación económica a nuestros recursos.

Es necesario mejorar y sincerar la relación entre la sociedad y el agua, incorporar buenas prácticas en el sector productivo, el uso racional domiciliario y la conceptualización del valor económico y social del agua para las sociedades contemporáneas y venideras. Para ello será sustancial el promover la educación ambiental en temas vinculados al agua a través de tareas
de difusión pública, y la elaboración de material técnico para escuelas primarias, colegios secundarios terciarios y universitarios referentes al cuidado del agua y del ambiente. Además deberá constituirse un espacio de encuentro y búsqueda de consenso de los diferentes actores sociales y políticos ligados al agua, provocando la interacción desinteresada de las instituciones involucradas en pos del encuentro de posiciones y la síntesis en soluciones que contribuyan al desarrollo sostenido y sustentable.

4. Manejo Integrado de los recursos hídricos

“El manejo integrado del agua a escala de la cuenca hidrográfica debe considerar simultáneamente los recursos superficiales y subterráneos”

La actual concepción de la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH), indispensable si se aspira a manejar el agua de manera sustentable, adecuada y eficiente, tiene como uno de sus paradigmas considerar tanto a los recursos superficiales como subterráneos. Un escenario donde esta premisa adquiere mayor entidad son las llanuras, donde en general existe una coincidencia bastante marcada entre las cuencas que involucran a uno y a otro.

Si además el clima regional se comporta con homogeneidad, la simultaneidad de tratamiento más que una pretensión es verdadera necesidad. El ejemplo más relevante es el de la gran Llanura chaco-pampeana. La estrecha relación entre ambos arcos del ciclo hidrológico queda manifiesta porque excepto casos especiales, todos los cursos reciben aguas subterráneas (ganadores o efluentes) o aportan a ellas (perdedores o influentes). La primera relación es característica de regímenes húmedos y la segunda, de áridos o semiáridos. Estos comportamientos precisamente permiten diferenciar la llanura pampeana húmeda de la semiárida.

Por lo tanto, en toda evaluación o manejo de recursos hídricos, resulta imprescindible conocer y cuantificar esta interrelación, a riesgo de cometer severos errores como ya ha sucedido. La integración del conocimiento debe ocurrir desde el mismo momento en que se plantean los estudios, desarrollan los proyectos y se formulan las acciones (estructurales o no estructurales) que se crean necesarias.

Desde el propio inicio deben tenerse en cuenta el paradigma de la ecohidrología por una parte y por otra, instalar una red de monitoreo de variables que hacen a ambos regímenes. En ambos casos considerando al recurso hídrico como fuente, pero también como receptor de fenómenos de contaminación. Queda claro que cuando llegue el momento de reproducir el suceso hídrico, la modelación no puede prescindir de información de los dos arcos terrestres y consecuentemente, las acciones a proponer deben incluirlos.

Existen en la Provincia de Buenos Aires sobrados ejemplos de errores cometidos por soslayarlos: procesos de ascenso de niveles potenciométricos en sistemas acuíferos por importación de agua superficial sin haberlos estudiado, con secuelas sociales, económicas y ambientales de alcance hasta regional; desatender la participación de las aguas subterráneas en crecidas e inundaciones; no valorar debidamente la importancia de los cursos de agua influentes (perdedores) en la recarga subterránea; no incluir la dinámica geohidrológica en el tratamiento del riesgo hídrico, por citar solamente los más conocidos.

Inclusive, gran parte de los conflictos suscitados en el ámbito rural por el uso inadecuado de agroquímicos, o en el urbano-periurbano por déficit en el saneamiento público tienen como protagonistas a elementos de la hidrología superficial y subterránea, habitualmente potenciados por las prácticas del riego procedente de ambas fuentes. También los que involucran a la eutrofización de cuerpos lenticos con abastecimiento mixto.

En síntesis, el uso conjuntivo (armónico) es uno de los sostenes del manejo y la gobernanza hídrica, que debe contemplar como actores prioritariamente involucrados a los gobiernos nacional-provincial-municipal (áreas hidrológica, social, educacional, obras y servicios, industrial, agropecuaria, economía, legislativo-judicial), empresas privadas, sector sindical, ONG´s, cuerpo político y otros entes, siempre sobre la base de que todos dispongan de la suficiente información y conocimiento, para no ejercer roles trastocados o huecos de realidad. Y esa es precisamente una de las funciones más trascendentes de un Centro como el pretendido, asentado en la Casa del Conocimiento.

5.Agua y saneamiento como servicio público

“El Plan Estratégico de Agua y Saneamiento es una oportunidad para
La universalización del servicio de agua y cloaca"

Un servicio público es toda actividad de la administración pública que tienda a satisfacer necesidades o intereses de carácter general, cuya índole o gravitación requiera el control de la actividad estatal. La Constitución de la Nación Argentina establece el derecho a un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano presente y futuro (Art. 41); además, se establece que los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos (Art. 42).

De esto se desprende que el servicio de provisión de agua potable y saneamiento es el más público de los servicios. Su carácter de esencial se deriva de su íntima relación con la salud de la población, así como la importancia que tienen las externalidades positivas relacionadas con su prestación.

Por otra parte, queda manifiesto el rol central y la ineludible responsabilidad del Estado en lo que se refiere a la prestación del servicio público, garantizando a los habitantes el cumplimiento de las condiciones básicas que el mismo debe cumplir, tales como la obligatoriedad, igualdad, continuidad, regularidad y calidad; y la planificación del desarrollo del mismo, considerando como objetivos básicos la universalidad del servicio y su sustentabilidad en el mediano y largo plazo.

En este contexto, el Plan Estratégico de Agua y Saneamiento de la Provincia de Buenos Aires (PEAS), realizado en forma conjunta por el SOSBA y la UNLP, y el apoyo de diversos organismos provinciales. El PEAS tiene como objetivo principal la universalidad del servicio sanitario a toda la población con los sistemas públicos de agua potable y desagües cloacales, como condición necesaria para la disminución sustancial de las enfermedades de origen hídrico y mejorar la calidad de vida de los bonaerenses.

También son objetivos de este Plan la mejora en los niveles de calidad de los servicios prestados, el abastecimiento de agua segura, la utilización racional de los recursos hídricos y el vuelco de los líquidos cloacales tratados ajustados a las normas vigentes. En el mismo se establecen metas para la optimización y expansión de los servicios de agua y saneamiento y se propone un plan de financiamiento a través de un fondo específico para las obras de agua y cloacas correspondientes.

El Plan tiene como premisas fundamentales mejorar la calidad de vida de los habitantes, la protección de los recursos naturales y del medio ambiente, protegiendo las fuentes de agua y controlando la sobreexplotación de los acuíferos de parte de los distintos usufructuarios del recurso hídrico y los vuelcos cloacales con el debido tratamiento.

El Plan, tiene un horizonte de diseño de 30 años, el mismo se divide en 6 quinquenios, donde se prevé una fuerte inversión en expansión de los servicios en los 2 primeros quinquenios, para reducir el déficit de cobertura, en cada uno de los Partidos de la Provincia. La cobertura del servicio de agua potable en la Provincia aumentará del 75 % al 92 % en los primeros 10 años del Plan, incorporando al sistema a 1,9 millones de habitantes.

En el servicio cloacal la cobertura total de la Provincia aumentará del 48 % al 71 %, con 2,8 millones de nuevos habitantes servidos. Se plantea llegar a la universalidad de los servicios al cabo de la finalización del plan. Para asegurar un abastecimiento confiable, ante las limitaciones del recurso subterráneo, la estrategia general es la extracción de agua de cursos superficiales, el tratamiento en grandes plantas potabilizadoras cercanas a la toma en los ríos, y el transporte de agua tratada a través de acueductos hacia las zonas donde se sitúa la demanda y/o existen problemas de calidad.

Las soluciones que se plantean, son de carácter regional, y van más allá de los límites de los partidos.

La implementación del Plan supone una política pública que requiere sustentabilidad de largo plazo y por ende recursos que se mantengan en el tiempo, fortaleciendo institucionalmente a los diferentes operadores de los servicios sanitarios para poder operar y dar una respuesta adecuada a las necesidades de cada sistema en particular y de la población en general. Para poder ajustar el PEAS con mayor detalle en cada una de las regiones de la provincia el Centro de Estudios del Agua pondrá a su servicio toda su capacidad técnica e idoneidad profesional, ya que se requerirán numerables estudios como ser: mapas hidrogeológicos, catastro de aguas, estudios de gestión de demanda y optimización de la gestión hídrica, entre otros.

6. Agua y ambiente

“Incorporar la dimensión ambiental en el manejo del agua, incluyendo
servicios ecosistémicos e impactos socio-ambientales”

El agua es parte esencial de la vida y de los ecosistemas, siendo un recurso natural renovable imprescindible para el desarrollo de la población humana y determinante de su calidad de vida. La gestión del agua debe considerar el ambiente del que es un componente inescindible, por lo que deben aplicarse herramientas de gestión que incorporen la dimensión ambiental desde su concepción, incluyendo la evaluación ambiental estratégica, la evaluación de riesgo e impacto ambiental, auditorías y monitoreo ambiental.

El manejo del agua debe considerar su importancia para el ecosistema regional, tanto para la conservación de su estructura y funcionamiento, como para mantener sus propiedades y los servicios ecosistémicos que él provee.

Asimismo, deben considerarse los usos locales del recurso, así como los riesgos asociados al aprovechamiento del recurso hídrico para las comunidades y poblaciones que utilizan el mismo, considerando los impactos socio-ambientales de los planes, programas y proyectos.

En este sentido, es necesario considerar los impactos acumulativos de planes y programas, especialmente sobre el componente biótico (especies animales, vegetales, microorganismos, etc.), favorecer el desarrollo de nuevas tecnologías ecológicas (ecohidrológicas) provistas por la ingeniería ecológica y ambiental con el fin de asegurar la conservación o restauración del ecosistema integral.

Es imprescindible implementar el seguimiento de indicadores ambientales a nivel de cuencas hidrográficas en los programas de monitoreo del recurso hídrico tanto en cantidad como en calidad del recurso.

Esto es especialmente importante en el contexto del desarrollo de distintas actividades productivas (agropecuarias, forestales, mineras), la urbanización y el desarrollo industrial a nivel de cuenca hidrográfica. La gestión del agua debe considerar especialmente la calidad del agua, ya que ella determina lo usos del recurso, debiéndose establecer estándares de calidad y programas de monitoreo de las características físicas, químicas y biológicas, considerando en particular, la presencia de contaminantes tales como metales pesados, hidrocarburos, pesticidas y residuos de productos farmacéuticos, especialmente en áreas pobladas y en áreas naturales protegidas.

El manejo del agua debe considerar instrumentos económicos y jurídicos tanto para la protección, conservación o restauración del agua en el seno del ecosistema, ya sea respecto al aprovechamiento como recurso natural renovable o asociado al riesgo hídrico (por exceso o escasez), vinculado a períodos de sequía e inundación.

7. Planes y proyectos de obras hídricas

“Necesidad de elaborar proyectos integrales de obras hídricas asociadas a medidas no estructurales.

Las lecciones aprendidas de la inundación ocurrida los días 2 y 3 de abril de 2013 demostraron que los parámetros clásicos de diseño de obras estructurales y la consecuente planificación y ordenamiento territorial, como medidas no estructurales, de carácter complementario, no han sido aplicadas en ciudades ya existentes o son de muy difícil implementación, y desde hace décadas conviven con el dinamismo de crecimientos demográficos y sus necesidades de adecuación.

Todas las remediaciones que surgen para acondicionar las situaciones actuales de la cuenca terminan siendo obras estructurales, que son siempre muy costosas y de difícil implementación. Una forma de evaluación hacia dónde dirigir los esfuerzos y los presupuestos, debe basarse en criterios que se mantengan a lo largo de la evolución demográfica de las ciudades, atendiendo al territorio fundamentalmente, como son los parámetros e indicadores de peligrosidad, basados en velocidades combinadas con alturas o niveles del agua.

A diferencia de las “manchas” de inundación (criterio donde uno pretende erradicar o sacar el agua de las calles), que poco dicen sobre la permanencia de esas aguas sobre el territorio y los riesgos asociados a ellas, las peligrosidades delimitarían zonas donde la vida se pone en peligro, o donde diversos tipos de construcciones no son aptas. La vulnerabilidad del territorio está asociada a la pendiente del terreno y a la velocidad que puede alcanzar el agua en la calle, además de la permanencia y la altura del agua.

Una aplicación de los criterios que se pretenden introducir son fácilmente analizados con los efectos del terraplén existente en Tolosa en la línea del FFCC Roca y la implementación del viaducto, y por otro lado, las aplicaciones de distintos grados de peligrosidades aplicados a la cuenca del Arroyo Maldonado en el partido de La Plata. Parte de estos estudios pueden ser contrastados con el número de decesos en la vía pública a causa de las inundaciones.

Complementariamente, los planes de aprovechamiento hidroeléctrico deberán crecer a un ritmo acelerado con el fin de responder a la creciente demanda y a la necesidad de adecuar la matriz energética actual que, para que sea sustentable, deberá alcanzar la meta de un 50% de hidroelectricidad.

Finalmente, es clara la necesidad de estudiar y desarrollar el proyecto de acueducto del noroeste de la provincia de Buenos Aires con el objeto de llevar agua del Río Paraná a la región del noroeste provincial.

8.Gestión institucional del agua

“La gestión del recurso hídrico debe basarse en propuestas participativas a través de la coordinación interinstitucional, involucrando a usuarios, planificadores y tomadores de decisiones”

El agua es un tema de interés para toda la población y por lo tanto debe ser parte del proceso de toma de decisiones. El tipo de participación va a depender de la escala espacial relevante para las decisiones particulares de gestión del recurso hídrico y de inversión.

En el proceso de toma de decisión deben intervenir los organismos de gestión del agua siendo las propuestas interinstitucionales y participativas el mejor medio para lograr consenso y acuerdos comunes a largo plazo. En este proceso adquieren un papel trascendente los comités de cuencas y los distintos organismos provinciales y municipales con incumbencia en la problemática del agua.

Ello incluye reconocer el efecto de las acciones sectoriales en los otros usuarios del recurso hídrico y en los ecosistemas acuáticos, aceptar la necesidad de cambio para mejorar la eficiencia del uso del agua y permitir el desarrollo sostenible del recurso.

Esta participación requiere mecanismos de resolución de conflictos relacionados con el uso del agua. De acuerdo a los marcos institucionales existentes, la implementación de una gestión integrada puede requerir modificaciones en el planeamiento del uso y conservación del agua. Para ello es necesaria una planificación general (PEAS) para lograr acciones que reflejan los principios de la gestión sostenible del recurso hídrico. Si bien esto es un proceso a largo plazo, ciertos cambios serán inmediatos y otros pueden requerir varios años de planificación y desarrollo de capacidades.

En este marco, la integración interinstitucional a partir de la participación del Centro de Estudios del Agua constituye un ámbito necesario para lograr los avances requeridos para una gestión integral de los recursos hídricos.

9. Información para la gestión de Recursos Hídricos

“La implementación de redes de medición hidrológica resulta imprescindible para la toma de decisiones sobre recursos hídricos”

La observación, interpretación y análisis de suficientes datos hidrológicos y meteorológicos es de primordial importancia aun para los proyectos más simples relacionados con el agua y el ambiente. La Provincia de Buenos Aires carece de información hidrometeorológica adecuada para la resolución de problemas vinculados con el agua superficial y el agua subterránea. Los registros hidrológicos son componentes esenciales no sólo para los sistemas de alerta de crecidas repentinas sino que resultan fundamentales para cualquier planificación relacionada con los recursos hídricos.

Las redes de monitoreo hidrometeorológico y las redes de comunicaciones asociadas son críticas para el éxito de cualquier sistema de gestión del agua.

Contar con datos hidrológicos de buena calidad es fundamental para obtener evaluaciones hidrológicas correctas que formarán la base de todas las evaluaciones de proyectos de recursos hídricos y de desarrollos. Resulta imprescindible planificar instalación, operación y mantenimiento de estaciones hidrométricas, lo que incluye selección de sitios, la aplicación de numerosas técnicas de medición de precipitaciones, caudales, datos meteorológicos, variación de niveles de agua subterráneas y calidad del agua.

Actualmente existe una deficiencia en tal sentido y requiere una planificación inmediata de organización e implementación de redes de medición que permitan contar con estos datos básicos. Ello debe asociarse con un sistema de gestión de datos incluyendo el almacenamiento, gestión y procesamiento de los datos de hidrológicos. Este sistema debe presentar características diseñadas para facilitar la recopilación y gestión de información hidrológica.

Es necesario implementar redes de medición hidrológico, planes de monitoreo a nivel de cuenca hidrográfica, incluyendo variables del medio físico, biótico y contaminante. Por otra parte resulta importante la organización de un sistema de información geográfica.

10. Contaminación del agua

“Controlar la contaminación del agua, ya que condiciona el desarrollo, afecta la salud, degrada los ecosistemas, limita la producción y deteriora la calidad de vida de la población”

Las características físicas, químicas y biológicas del agua determinan su uso y aprovechamiento por parte de la población humana, siendo aspectos críticos para el mantenimiento de la vida y el funcionamiento del ecosistema. La contaminación del recurso hídrico por las actividades agropecuarias (nitritos y nitratos, pesticidas, fertilizantes), mineras e industrial (hidrocarburos, metales pesados), o de la población humana en áreas urbanas (residuos de medicamentos, efluentes cloacales, etc.) deteriora la calidad del recurso, condiciona el desarrollo en sentido amplio, afectando distintas actividades productivas e industriales, afectando la salud de la población, degradando los ecosistemas y deteriorando la calidad de vida de los habitantes de la cuenca hidrográfica. Es necesario establecer estrictos mecanismos de control de la contaminación, mapeando las fuentes difusas y puntuales, promoviendo la aplicación de medidas innovadoras de producción limpia, con incentivos económicos y normativas provinciales.

La presencia de cianobacterias o algas verdeazuladas se ha visto incrementada durante las últimas décadas, parte por el aumento de la eutrofización (crecientes concentraciones de nutrientes particularmente fosforo y en menor medida nitrógeno) especialmente en embalses pero también en ríos y arroyos, y también por el incremento de las temperaturas medias debido al cambio climático, lo cual favorece el crecimiento de dichas algas. Las mismas pueden afectar la aceptabilidad del agua potable (olores y sabores desagradables) y también son potencialmente generadoras de toxinas.

Actualmente los límites de descarga en los efluentes (Res 336/2003 de ADA) respecto a la materia orgánica biodegradable (DBO) son de 50 mg/l cuando se trata de un vuelco a cursos de agua superficial. Salvo en el caso de la cuenca Matanza Riachuelo donde ACUMAR ha fijado 15 mg/l de DBO, debido a la importante presión poblacional e industrial de la cuenca. La mayoría de las plantas de tratamiento de efluentes del conurbano bonaerense no cuenta con la capacidad de remoción de nutrientes. La remoción biológica de fosforo y nitrógeno, podría contribuir a disminuir el grado de eutrofización de los cuerpos receptores de agua superficial.

Una aplicación interesante y creciente de los efluentes cloacales tratados es la reutilización de los mismos en industrias o para riego en la agricultura. En ese caso el efluente contribuye a un mejor aprovechamiento de un recurso escaso en muchas regiones y al mismo tiempo los niveles de tratamiento suelen ser superiores a las normas establecidas para permitir su reutilización, por ejemplo en procesos industriales.

La aplicación de nuevas tecnologías para la evaluación de la calidad del agua superficial ante distintos escenarios de vertido de las industrias y aportes difusos, utilizando modelos de transporte de contaminantes, incorporando los procesos físico-químicos en el propio cuerpo de agua y la generación de series temporales de vertido (STV) según distintos patrones de correlación con el régimen hidrológico, permite caracterizar la capacidad de carga del sistema ante distintos eventos y en distintas condiciones hidrológicas.

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