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Información General | 9 oct 2015

Elecciones 2015

Los partidos opositores disputan intensamente el voto radical platense

Cuando en 1983 regresó la democracia en nuestro país, el electorado de la UCR platense demostró su potencia y masividad. Luego de las gestiones municipales de Pablo Pinto (1983-1987) y Juan Carlos Alberti (1987-1991), el radicalismo comenzó un lento y persistente declive, ni siquiera interrumpido cuando Javier Quinterno en 1999 (elecciones en las que se impuso a nivel nacional la Alianza) quedó relegado en la carrera por la jefatura comunal. Pese a que desde entonces nunca más ganaron, los radicales cuyos corazones siguen mirando a su histórico partido, hoy representan un porcentaje que puede definir la próxima elección.


En La Plata, el porcentaje de votos obtenido por los ex pre candidatos a intendente de origen radical que compitieron en las últimas PASO de Cambiemos, ronda los 20 puntos porcentuales. Es una marea inmensa de electores que refleja la potente tradición del partido de Alem y de Yrigoyen en esta Ciudad.

Tanto Claudio Pérez Irigoyen como Sergio Panella no dudaron en respaldar a Julio Garro, que se impuso en el conteo final como el macrista más votado entre los de la coalición que dirige a nivel nacional Mauricio Macri.

Los traspiés que el jefe de gobierno porteño sufrió luego de las elecciones primarias (fundamentalmente por el caso Niembro), fueron la peor noticia para el macrismo en toda la geografía nacional, no sólo en La Plata. La boleta amarilla se desimantó, perdió algo de brillo, y en todos lados hubo que salir a explicar que el acuerdo que representan Elisa Carrió, Ernesto Sánz y el Jefe de Gobierno Porteño sigue siendo la única opción antikirchnerista de la que disponen los radicales que nostalgian a Raúl Alfonsín entre los tilos y las diagonales platenses.

Pero la bisagra que se operó en la campaña nacional de Cambiemos en la etapa post-Niembro, abrió una grieta en la que la dirigencia massista y la de los Progresistas de Margarita Stolbizer meten una cuña para interpelar más duramente a los corazones radicales.

Por eso el Frente Renovador oxigena y le dio espacio en primera línea a dirigentes como Walter Martello o Pablo “Colo” Pérez, que, siguiendo la huella que abre con sus debates en el plano nacional Nito Artaza, intensificaron la convocatoria por el voto alfonsinista.

En los últimos días, Pérez realizó dos actos cargados de simbolismo y que lograron impactar en medios nacionales: inicialmente en el Comité Central de la UCR platense (Casa Ricardo Balbín), de 48 entre 5 y 6, y luego en el de Tolosa, colocó junto a un grupo de militantes listones negros que criticaron el acuerdo con el macrismo.

Una política parecida, desde el principio de la campaña por las PASO, lleva adelante el frente encabezado por Margarita Stolbizer y que en La Plata tiene como referente principal a Gastón Crespo.

Los margaritos están exultantes con encuestas que le arriman desde distintos sectores que posicionan a esa lista obteniendo más del doble de sufragios que en las PASO. La apuesta es obvia: resaltar el origen radical de Stolbizer y lograr que hagan efecto (más que el “voto útil” anti K), la emocionalidad y tradición yrigoyenista de muchos boinas blancas que ven “licuado” al partido de Alem en el espacio Cambiemos.

Anoche, el concejal Leonardo Rocheteau lo puso en blanco sobre negro con un tweet donde chicaneaba al PRO por la foto que se sacaron Macri y el Momo Venegas, Eduardo Duhalde y Luis Barrionuevo. “¿Y estos muchachos son el cambio?”, disparó Rocheteau.

Como sea, el debate pre electoral promete un vendaval post electoral en el (como gustan calificar los medios de prensa) “Centenario Partido”. Y la Ciudad seguramente tendrá su propio capítulo, especial e intenso, como suele ser la política platense.

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