El Tribunal Oral en lo Criminal de La Plata integrado por los jueces Jorge Moya Panisello, Andres Vitali y Carmen Palacios Arias, que se pronunció por la culpabilidad, resolvió absolver al profesor de música que era acusado de abusar de niños en el Jardín San Bejamín de Los Hornos.

Este miércoles, a 5 años de que se iniciara el proceso legal, se leyó la sentencia en los tribunales de 8 y 57. El fallo contó con votos favorables a la absolución de Panisello y Vitali, mientras que la jueza Palacios consideró la culpabilidad del acusado, en medio de una audiencia desarrollada en un clima de mucha tensión.

Los abogados de los familiares de los niños pedían una condena de 17 años para Puig, mientras que la Fiscalía requería una pena de 25 años de prisión. En contrapartida, los defensores del profesor habían solicitado la absolución por considerar que no hay elementos para acreditar los delitos denunciados.

Las familias de dos menores que eran alumnos de Puig y la Fiscalía aseguraban que en marzo del año 2010, en la sala celeste del jardín ubicado en la calle 141 y 57, el profesor de música hizo durante el turno mañana en reiteradas ocasiones exhibición de sus órganos genitales a niños de 3 y 4 años de edad. Además lo acusaban de “tocamientos conjuntos con sexo oral en partes íntimas de los niños a quienes instó a que le efectuaran tocamientos en sus genitales y le practicaran sexo oral”.

“Las pruebas objetivas lo demuestran. Desde su declaración espontánea, hasta las pericias técnicas, las declaraciones testimoniales a todos los profesionales del colegio, las pericias psiquiátricas que se le hicieron a Lucas, las pericias psicológicas. Todos coincidieron en que ningún menor fue abusado”, sostenía la defensa del profesor.

El fallo fue celebrado por una gran cantidad de docentes, amigos y familiares que se acercaron a los tribunales. Los gremios docentes UDOCBA, SUTEBA y SADOP habían convocado a acompañar a Puig en la lectura de la sentencia. En cambio, las familias denunciantes se manifestaron con indignación al escuchar el fallo en una sala especial.