El Banco Central de la República Argentina, surgido en junio de 1935 como consecuencia de la reforma bancaria y monetaria, tiene un patrimonio conformado actualmente con más títulos públicos que dólares.

Para la Fundación Mediterránea, generadora del informe, el BCRA perdió ahorros en dólares y sumó letras intransferibles provenientes del Tesoro Nacional, que sumado a la huida de reservas internacionales, debido al pago de la deuda externa, logró esta situación que no se daba desde 1992.

El mismo informe sostiene que actualmente el nivel de reservas del BCRA representa el 6,7 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) argentino. En el 2007, los dólares en reserva representaban el 17,7 por ciento del PBI.

La situación si bien es preocupante no es imposible de corregir con políticas fiscales adecuadas. La misma Fundación Mediterránea aclara que el Gobierno puede solicitar préstamos en el extranjero para no seguir utilizando las reservas del Banco Central con el fin de cancelar compromisos internacionales o bien puede llevar adelante cambios para mejorar la competitividad del país y de esta manera mejorar los resultados en la balanza de pagos.

En definitiva, el informe implícitamente sostiene que la devaluación del peso argentino es una de las formas que tiene el gobierno para lograr un mayor caudal de dólares, al facilitar la llegada de inversiones y la demanda de los productos nacionales.

Las letras intransferibles son emitidas por el Tesoro Nacional y sirven para obtener reservas en dólares que el Gobierno utiliza para cancelar sus compromisos en el extranjero.

De acuerdo al informe mencionado, durante el 2013 los dólares en el BCRA cayeron en una suma cercana a los 9000 millones.

Según información publicada por el Banco Central, con datos actualizados hasta el 31 de octubre, el mismo cuenta con un activo de casi 700 mil millones de pesos compuesto por oro, títulos públicos y dólares, mientras que el pasivo es de aproximadamente 609 mil millones de pesos.

Es preciso resaltar, también, que la Carta Orgánica del Banco Central fue modificada en 2012. La misma logró recuperar los objetivos que la institución tenía desde su fundación y que perdió luego de la puesta en marcha del Plan de Convertibilidad en la década de 1990.

Los objetivos de la máxima institución bancaria del país son lograr la estabilidad monetaria y del sistema financiero y también procurar el pleno empleo de los recursos y el desarrollo de la economía con equidad social.