Oñativia, Vicedecano de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata, conversó con Radio La Plata (FM 90.9) sobre cómo impacta la pérdida del empleo en la vida de las personas: “El trabajo es un aspecto esencial para el ser humano, siempre se evalúa la problemática macro, pero no en lo particular, porque detrás de cada trabajo hay una persona y una familia”.

Y agregó: “Sigmund Freud señalaba cuál era la definición de salud mental: la posibilidad de amar y de trabajar. En consecuencia, cuando alguno de esos dos pilares se ve comprometido hay un desequilibrio, entonces hablamos no sólo de un eje economicista, sino de un estado mental”.

“Lo más preocupante es el impacto en las personas, en su subjetividad, y en su grupo familiar. El trabajo es un ordenador psíquico, el ordenador de la vida en general, de su subjetividad, no tenerlo desordena y desafilia al sujeto de su lugar en el mundo”, explicó.

“No tener el trabajo genera estigmatización, el será que no eras tan bueno en tu trabajo, serás militante, serás ñoqui, no sólo cargás con falta de trabajo sino que cargás con el estigma por no tener ese trabajo”, agregó el especialista en Radio La Plata.

Sobre el papel de los medios en este tema expresó: “Por suerte se está corriendo el velo de ese argumento comunicacional, que sólo le toca a cierta gente, o que no se ve mal el despido a personas que se lo merecían, pero eso quedó desactivado cuando se echó a personas con 10 años de antigüedad”.

“Ahora está el estigma público, si yo sé que era un buen trabajador, ¿cómo se lo explico al público?, y esto contribuye a la fractura social, por el sólo hecho de ser desempleado” explicó Oñativia.

En referencia al impacto emocional que produce, citó el caso del Astillero Rio Santiago, que “en los 90 hubo proyecto de privatizar y los trabajadores se pusieron en lucha tomando el espacio. Fue tal la presión – de distintas maneras – que los amenazaban con perder el trabajo, que empezaron a ocurrir muertes dentro del predio, y la comisión que presidia el Astillero realizó la denuncia frente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.

“El resultado deseado es el miedo, cuando la población tiene miedo es pasible de ser manipulada, se incentiva el individualismo, la persecución y es un retroceso tremendo para la sociedad”, añadió.

Con respecto a cómo enfrentar la situación como sociedad dijo: “Es relativamente igual a los 90, pero el desafío es que aprendamos algo de eso, para poder brindar asistencia a la gente y para que este impacto afecte lo menos posible a esa población”.

“Hay un mundo sumido en el consumismo, el no tener trabajo te quita el ser, porque sos lo que consumís. Si no tengo no soy, no tengo trabajo, no tengo recursos para obtener bienes, se ponen en crisis la supervivencia y el ser”, sostuvo.

“Eso genera un nivel de angustia y desolación tremendo, las consecuencias ya las sabemos. Entonces tenemos, quienes estamos en la academia, una obligación de dar juntos, de pensar con otros, juntarnos con otros y pensar qué nos está pasando y qué podemos hacer con esto”, opinó.

Por último, Oñativia concluyó: "Acá el mensaje es: te vamos a echar para que recapacites sobre tu capacidad y la pongas en otro trabajo, pero no hay otro trabajo. Esto detona patologías como alcoholismo, adicciones, depresión, suicidios, disolución de los vínculos de pareja, o enfermedades psicosomáticas, porque luego de grandes pérdidas se activa una baja en las defensas, lo que produce enfermedades inmunodepresoras”.