El proyecto se basa en un supuesto déficit de profesionales de la ingeniería en diferentes ramas. Desde el Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires (CIPBA) criticaron duramente el planteo y advirtieron que “si hubiera un déficit de ingenieros, lo que correspondería es profundizar las políticas de promoción de la ingeniería”.

“Lo que hace falta es profundizar la formación de ingenieros argentinos en lugar de buscarlos en otros países", enfatizó el el presidente del CIPBA, Norberto Beliera, y recordó que “desde el 2003 y gracias a planes estratégicos hay una curva ascendente en la formación de ingenieros argentinos”.

Desde el entorno del presidente sostienen que el objetivo es que los ingenieros italianos y argentinos puedan tener una doble diplomatura para poder ejercer indistintamente en ambos países. Sin embargo, el CIPBA advierte que el presidente sólo busca recibir a profesionales desde Italia.

“Cada año tenemos cuatro mil ingenieros menos de los que se necesitarían y solo la industria petrolera está lista para absorber siete mil. La Argentina tiene un espacio enorme y los italianos son bienvenidos”, había dicho Macri en febrero a un diario italiano a raíz de la visita de Renzi.

El CIPBA aseguró que como en aquella oportunidad desde las diferentes asociaciones profesionales rechazaron esta posibilidad “ahora se presenta como un modelo de intercambio, cuando en realidad lo que se busca es importar ingenieros”, cuestionó Beliera.