jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº -1940

Información General | 23 may 2016

En plaza San Martín, La Plata

Postales de la crisis: frente a la Gobernación crece una feria de ropa usada y trueque

De lunes a viernes, los senderos de Plaza San Martín son ocupados por cientos de personas que ante la falta de trabajo deciden vender ropa usada y otros productos. También aprovechan para intercambiar prendas y alimentos entre ellos. Esta feria espontánea se inició a fines del año pasado pero en las últimas semanas creció en forma exponencial. Blanco sobre Negro recopiló la historia de algunos de los protagonistas de un fenómeno que reaparece en época de escasez.


“Cada vez somos más, por la malaria la gente se la rebusca como puede”, comentó Alicia al ser consultada por Blanco sobre Negro sobre los más de 150 puestos improvisados sobre mantas en los senderos de plaza San Martín.

La movida comenzó a fines del año pasado cuando sobre la plaza céntrica se podían ver algunas personas ofreciendo ropa propia. Sin embargo, este año la actividad creció exponencialmente y hay días que los las mantas llegan a ocupar la mitad de la plaza.

“Estoy sin laburo, yo trabajaba en una cuadrilla para la municipalidad y en diciembre me quedé en la calle. Ahora vengo con mi mujer a vender ropa que juntamos en el barrio para poder juntar algo para darle de comer a nuestros chicos”, relató Rolando.

Otros ven en esta feria que nació en forma espontánea y creció a partir de su difusión en las redes sociales la oportunidad para cambiar una prenda que ya no usan por otra que les hace falta. “Yo vendí un pantalón a 20 pesos y con eso le compré al de al lado esta campera”, comentó María, una joven universitaria que ahorra cada peso para poder seguir estudiando en La Plata.

La gente que camina por la plaza aprovecha y pregunta los precios. En la feria de ropa usada de Plaza San Martín se pueden encontrar prendas desde los 10 pesos y ninguna supera los 100. “Le compré este buzo a mi nieto para que vaya a gimnasia, está bueno, no tiene agujeros ni manchas”, aseguró contenta una mujer que volvía de su trabajo y aprovechó la ganga.

En plaza San Martín, los nuevos puesteros ofrecen sus productos de lunes a viernes, excepto los días de lluvia o de mal clima. Por las veredas algunos pasan caminando con la mirada extrañada.

“Volvió el trueque hermano”, aseguró Mario con una sonrisa apretada. “Hay gente que trae comida casera como dulces y los cambia por alguna ropita para sus hijos o nietos. Otros son puesteros que venden productos nuevos, a pesar de que no es la idea, pero no se echa a nadie porque todos necesitan ganarse el mango”, agregó.

“Acá no hay nadie que organice, el que tiene algo para vender y necesita la plata viene y tira su mantita”, comentó el hombre y relató: “Yo trabajaba para el Ministerio del Interior pero con el cambio de gestión se me cortó el contrato, ahora estoy sin laburo y la verdad es que está durísimo para conseguir algo nuevo”.

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