La noticia fue dada a conocer la semana pasada por la canciller Susana Malcorra, pero el proceso se inició formalmente en 2011 a partir de una presentación de un recurso de amparo por parte del CECIM La Plata ante la Justicia Federal. Luego, se sumó el apoyo de Presidencia de la Nación que en 2012 solicitó a la Cruz Roja que inicie protocolo para lograr la identificación y ese mismo año la justicia reconoció a los familiares el derecho a saber la verdad.

“Nosotros venimos trabajando desde hace mucho tiempo con familiares como Norma Gómez, la hermana de Eduardo Gómez, uno de los NN, que trabajó mucho en Chaco con nuestro apoyo, recolectando muestras de ADN”, comentó a Blanco sobre Negro el integrante del Centro de Ex Combatientes Carlos Amato, y agregó: “El objetivo está siendo cumplido pero no queremos que empiecen a aparecer actores que no tienen nada que ver”.

“Realizamos muchos viajes a Malvinas e hicimos distintas actividades en la que esta causa estuvo siempre presente. También somos los impulsores de la causa por los vejámenes que cometieron los militares argentinos en las Islas”, continuó.

Aunque ahora la causa parece contar con una adhesión unánime, Amato relató: “Nosotros comenzamos a plantear la necesidad de identificar a los soldados NN desde el ’86 y teníamos muchas resistencias. Nos decían que éramos cipayos que queríamos traer los cuerpos de los ex combatientes al Continente y borrar los vestigios de una guerra justa, lo cual nunca fue cierto”.

“En la presentación judicial dejamos en claro que de ninguna manera estamos buscando que se traigan los cuerpos al Continente”, detalló el ex combatiente y añadió: “Hicimos una fuerte campaña con un montón de instituciones y organismos de Derechos Humanos”.

Además de devolver el derecho a la identidad, el reclamo iniciado por el CECIM La Plata tiene el objetivo de determinar la causa de muerte de los distintos soldados. “Hay gente que murió de hambre y hubo hasta un fusilamiento cometido por las propias fuerzas argentinas. Ellos dicen que son todos abatidos en combate pero no es cierto”, aseguró Amato.

“También hubo un caso de un grupo de soldados que murió por hacer estallar una mina anti tanques mientras arrastraban un bote buscando alimentos porque estaban desesperados de hambre”, detalló el integrante del CECIM y agregó: “Creemos que se pueden revelar muchas otras irregularidades cometidas por las Fuerzas Armadas”.

Por último, Amato aseguró que el elevado número de soldados caídos sin identificar se debió a la “improvisación y desidia de los militares” ya que la mayoría “no contaba con la chapa identificatoria”, y comentó: “Ese es el valor a la vida que le dieron los militares. Yo mismo no tenía identificación y hoy podría ser un NN”.