martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº -1966

Información General | 14 ago 2016

Opinión

La Ancha Avenida de la Esperanza

Escrita por Luciano Sanguinetti y publicada en https://lucianosanguinetti.wordpress.com/


El horizonte no parece mejorar. Y la calle comienza a sentirse impiadosa, cruel. Ante esta situación dolorosa, los actores políticos buscan posiciones, las mejores, en esa guerra de tablero que es hoy la política argentina. El escenario primordial, como desde hace tiempo, es la provincia de Buenos Aires. En el congreso del Frente Renovador/UNA protagonizado en Mar del Plata por miles de compañeros, correligionarios, desarrollistas, vecinalistas e independientes, mujeres y hombres de todos los rincones de la provincia, comenzamos a dejar en claro algunas posiciones. No somos una versión light del poskirchnerismo. No cogobernamos ni la provincia ni el país. Y avanzamos, como ese infinito universo en expansión, al que se refirió Felipe Solá, sobre la base de una agenda nacional que configuran las demandas de todos los argentinos. Trabajo, vivienda, salud, educación. Hubo definiciones claras en el documento que leyó la compañera Graciela Camaño y en las palabras finales de Sergio Massa con respecto a cada uno de estos puntos, quizás las más profundas desde la constitución del espacio, apenas hace tres años. Queremos trabajo digno para los argentinos, no perpetuar un sistema de planes sociales que empobrece la condición material y también la dignidad de los más pobres; queremos desarrollo no sólo crecimiento, porque entendemos que el desarrollo implica igualdad, distribución de la riqueza y un salto cualitativo en las condiciones de vida de millones de argentinos. Queremos cuidar nuestro mercado interno; no queremos abrir importaciones que destruyen empleo y producción nacional. Pero a su vez no tenemos una mirada nostálgica: sabemos que las condiciones tecnológicas del mundo actual están transformando los modos de producción de la riqueza, y en esa transformación Argentina tiene, en las pequeñas ciudades, en los pueblos, en el sector agrario, en las pymes, en las nuevas industrias, en los servicios, gran parte de su potencial. Queremos un país federal con mayores autonomías. De las provincias para que no sean rehenes de la Nación y de los municipios para que no sean rehenes de las provincias. Pero también una democracia moderna. Sin reelecciones indefinidas, ni aparatos. Con los valores que el progresismo supo incluir en la agenda: transparencia, ciudadanía, rendición de cuentas sobre la administración del Estado. Estamos mirando ya la segunda mitad del siglo XXI, no las últimas décadas del siglo XX. El Frente Renovador/UNA también se reconoce como un partido pluralista, democrático y crítico; crítico hacia el liberalismo de mercado, como hacia el estatismo ineficiente. Pero también crítico hacia adentro. No vamos a tolerar los personalismos, ni las cúpulas iluminadas. Y vamos abrir la democracia a las mujeres. Queremos paridad en todo. Porque ellas, en muchos campos, están señalando el horizonte. No sólo en Argentina, sino en el mundo. El país tiene que reencontrase con sus mejores tradiciones, las que impulsaron en el siglo XX los dos movimientos populares fundamentales de la región: la democracia política del radicalismo y la justicia social del peronismo, e impulsar esas banderas hacia este nuevo siglo.

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