viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº -1969

Información General | 14 sep 2016

Opinión

PRO y la soberanía de Malvinas

Por Jerónimo Guerrero Iraola, abogado del CECIM La Plata


El diario La Nación publica en el día de hoy una noticia titulada “Las Fuerzas Armadas de la Argentina y de Inglaterra trabajarán en conjunto”. La nota permite leer el comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Cultos de la República Argentina, en el que se constata una gran ausencia: la discusión en torno a la soberanía.

Las elecciones del año pasado contrapusieron, entre tantas otras cosas, dos modelos en torno a la cuestión Malvinas, que en los hechos implica pensar la soberanía en términos territoriales, acuíferos, alimentarios, antárticos, todos ellos cruzados en forma transversal, por el sostenimiento de la Paz como valor irrenunciable.

La coalición de gobierno ha contrariado la Constitución Nacional, que en su primera disposición transitoria “ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes”, y ha desoído los términos de la Resolución 2065 de Naciones Unidas.

No deben existir términos de cooperación con el Reino Unido sin antes debatir, como tema excluyente e ineludible, la dimensión soberana. Por su parte, acordar políticas relativas al sostenimiento de la Paz sin expresar el repudio y la preocupación manifiesta frente a la Base de Mount Pleasant que el Reino Unido ha instalado en Malvinas, y/o sobre los ejercicios militares que allí se realizan, implica un contrasentido que, amén de toda contradicción enunciativa, implica la aquiescencia de nuestro Estado en torno a la cuestión. Cabe destacar que la República Argentina ha denunciado en los últimos años las maniobras militares emprendidas por Gran Bretaña, situación que ahora parecería haber cambiado, en detrimento de los intereses argentinos.

En otro sentido, los “intereses recíprocos” han implicado en las últimas décadas, lejos de cualquier mirada idílica sobre el diálogo y el consenso, la depredación por parte del Reino Unido de nuestros recursos ictícolas, y una imponente postura imperial sobre bienes hidrocarburíferos. Todo ello utilizando la prepotencia y el poderío geopolítico y armamentista, que constituye una amenaza no sólo a nuestro país, sino a toda la región, circunstancias que han sido puntualizadas por diversos actores nacionales, entre ellos por el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas La Plata.

No se trata, entonces, de una decisión relativa al destino de la política exterior exenta de controles. Por el contrario, la coalición PRO se encuentra contrariando principios elementales de la soberanía nacional, la Constitución, al tiempo que pisotea la historia e historicidad de un conflicto que, entre sus puntos más ominosos, cuenta con la guerra de 1982 impulsada por la dictadura genocida.

Es vital comprender estos aspectos para generar férreas instancias de contraposición a estos puntos que retrotraen y contrarían una postura nacional y latinoamericana de reivindicación soberana y de defensa regional de nuestros bienes naturales y culturales, de los que hemos sido despojados por la fuerza desde tiempos inmemoriales. ¡Queremos la discusión por la soberanía arriba de la mesa, enunciada! ¡No queremos la patria regalada!

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