Foto: @matsaez

En diálogo con Blanco sobre Negro, Ezequiel Carone, un conductor de la Línea Este que fue dejado sin servicio luego de haber reclamado representación gremial en la sede local de la UTA. “Seguimos con la medida, hasta que se dicte la conciliación obligatoria”, agregó.

A principios de año, se concretó el traspaso de la Línea Este de la empresa “Línea Siete”, que supuestamente había presentado quiebra, a Unión Platense, la firma de Osmar Corbelli que maneja la mayoría de los servicios urbanos de la Región, entre ellos las líneas 202, 214, 273, 290, 411, 418, 518, 520, Norte y Sur.

“Todas las líneas de Corbelli trabajan con la misma política, sin descanso, horarios cortos que obligan a andar a gran velocidad y doble turno. Cuando uno hace el curso le dicen que manejar cansado es como estar borracho, pero te obligan a trabajar 16 horas sin descanso y cuando reclamas te echan”, denunció Carone.

La medida de fuerza que mantiene paralizada los servicios de la Este y la 520 incluye el bloqueo del galpón de la firma ubicado en el kilómetro 8 de ruta 11 , impidiendo la salida de más de 100 unidades.

“El Ministerio citó a una reunión de las partes y no se presentó nadie de la empresa ni del sindicato (UTA)”, aseguró Carone.

Los trabajadores mantienen este paro a pesar de no contar con el apoyo del gremio que los nuclea. La UTA es seriamente cuestionada por los choferes locales que acusan a sus dirigentes de representar más los intereses de la empresa que de los trabajadores. Además, aseguran que quienes acuden al gremio para hacer algún reclamo luego son despedidos o sancionados por la empresa.