El inicio de la historia fue a principios de mes, cuando Roberto llevó a una familia misionera desde la terminal de micros hasta el Hospital de Niños.

Luego se encontró en el asiento trasero del taxi que conduce una bolsa con más de 23 mil pesos que habían reunido gracias a donaciones para poder alojarse en la ciudad mientras la hija menor era sometida a un tratamiento médico. El chofer no dudó y devolvió la plata a pesar de estar transitando una situación complicada.

Su noble proceder fue destacado por los diarios y noticieros nacionales. Incluso, el Sindicato de Conductores de Taxis La Plata lo declaró “Taxista Ilustre” y el intendente de La Plata se acercó a la Terminal para agradecerle su actitud y sacarse algunas fotos con él. “Es importante reconocer a los honestos, a los que hacen las cosas bien”, expresó Garro en ese momento.

Sin embargo, cuando la noticia pasó, Roberto siguió padeciendo la misma situación económica que amenaza con desintegrar a su familia. Uno de sus ocho hijos padece una enfermedad pulmonar y para preservar su salud tuvo que mudarse a un departamento alquilado, donde vive con siete de sus niños y tres más de su pareja.

Notoriamente angustiado, el “taxista ilustre” habló con Blanco sobre Negro y aseguró: “La estoy pasando muy mal. Al alquiler lo pago sacando un préstamo todos los meses, sacó 4 mil pesos y pago 150 pesos todos los días, pero ahora me atrasé con cinco cuotas y ya no lo puedo manejar”.*

“Al otro día que encontré el dinero el intendente vino hasta la terminal para felicitarme y me prometió darme una vivienda y un trabajo. Le pedí ayuda al menos para pagar el alquiler. Pero la semana pasada fui tres días seguidos a la Municipalidad, esperé 4 horas y no me atendieron. La verdad es que me sentí basureado”, comentó Roberto.

“Le conté a mi familia lo que me había prometido el intendente y todos se ilusionaron. Ahora mis hijos me preguntan si ya nos van a dar la casa”, expresó el taxista y agregó: “No quiero que me regalen nada, quiero que me ayuden porque no doy más”.¨

“Mis hijos perdieron el año escolar por la situación que está viviendo su hermanito. El mes pasado pagué con la ayuda de mis compañeros, pero este mes estoy complicado porque también hay menos el trabajo”, concluyó el peón de taxi.