El conflicto que se inició hace 12 días sigue sin encontrar una solución. Unión Platense comenzó a operar el servicio desde la terminal del 214, otra de las tantas líneas que administra, en Los Hornos y las unidades circulan con custodia de la Policía Local. Mientras tanto, más de cien choferes mantienen su reclamo y este viernes realizaron un corte en 7 y 50.

En diálogo con Blanco sobre Negro Daniel Figueredo, uno de los choferes despedidos, expresó: “Los colectivos están circulando pero nosotros no nos damos por vencido. Vamos a seguir con nuestra lucha hasta que nos escuchen. Vamos a realizar cortes hasta que la UTA y la empresa se sienten a buscar un acuerdo. Nosotros no queremos que esto se extienda, queremos encontrar una solución”.

El paro de choferes de las líneas Este y 520 se inició el lunes 17 de octubre en reclamo por la reincorporación de 16 despedidos, por mejores condiciones de trabajo y el derecho a elegir delegados democráticamente. Los trabajadores denuncian que desde principio de año, cuando se concretó el traspaso del servicio a Unión Platense comenzó a haber suspensiones injustas y persecución sindical.

El viernes pasado, mientras todavía se mantenía ocupado el predio de la línea, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria con la reincorporación de 5 de los 16 choferes despedidos. Además, se había acordado que la situación de los otros 11 cesanteados sería discutida en un nuevo encuentro pautado para tres días después. Los choferes resolvieron mantener el paro hasta esa nueva reunión y se llevaron el compromiso que no serían reprimidos.

“También se había hablado de avanzar en algunas de las condiciones laborales y quedaba pendiente el tema de la elección de delegados”, detalló Figueredo. Sin embargo, un día antes del encuentro, el juez de Garantías, Juan Pablo Masi, ordenó la liberación de la terminal de la empresa y la policía desalojó en forma violenta a los trabajadores.

“Ese preacuerdo todavía sigue en pie pero ahora el Ministerio de Trabajo se niega a mediar en el conflicto. Garro se ofreció para intervenir entre las partes pero lo hizo ante los medios porque a nosotros no nos llamó”, aseguró Figueredo.

Ahora la esperanza de llegar a una solución pasa por la intervención de la justicia. La empresa inició una denuncia penal contra los choferes de la Este por el bloqueo de las unidades y el juez que interviene en la causa convocó a una nueva reunión entre las partes que está pautada para el próximo lunes. Los trabajadores esperan que los propietarios de la firma y la UTA concurran para avanzar en un acuerdo.

“Hemos recibido el apoyo de muchos vecinos y también de distintas organizaciones. Nosotros no queremos que nadie saque rédito político de nuestro conflicto pero agradecemos a todos los que se han acercado”, concluyó Figueredo.