Más de 8 mil trabajadores marcharon por las calles de La Plata. La movilización comenzó en el juzgado penal donde se leyó un documento que contó con la adhesión de distintas organizaciones sociales que reclaman tierra y vivienda para los sectores populares. Luego, la nutrida columna se dirigió a Gobernación donde hablaron los distintos oradores.

En diálogo con Blanco sobre Negro, el secretario general de ATE y de la CTA Autónoma bonaerense, Oscar De Isasi, aseguró: “Hubo un altísimo nivel de adhesión en hospitales, escuelas y distintos organismos de la administración pública bonaerense. Nos sentimos fuertemente respaldado en nuestro reclamo por la reapertura de paritarias, incremento salarial que nos permitan recuperar el poder de compra de nuestros alicaídos sueldos”.

Desde el gremio confirmaron que habían sido comunicados en forma informal sobre la convocatoria a paritarias para el próximo martes 10 de diciembre, aunque aclararon que todavía no fueron notificados oficialmente. “El aumento en el último trimestre no puede ser menor al 22 por ciento”, aseguró De Isasi a este portal que además reclamó por “la continuidad laboral de miles de compañeros que prestan servicios en forma precaria y ven peligrar su continuidad desde diciembre”.

“Quiero dar una buena noticia fruto de la lucha ya que en la reunión paritaria con los trabajadores de la salud, el gobierno se comprometió a garantizar la continuidad laboral a los 5 mil becarios, vigiladores, personal de limpieza y enfermeros. Además, a partir de diciembre se reiniciaría el proceso de pase a plante permanente de los trabajadores”, destacó De Isasi.

Por otra parte, el titular de la CTA Autónoma exigió un presupuesto que “sea redistributivo, que contenga la emergencia social que plantean las organizaciones sociales, priorice la inversión en educación, salud y en dignificar la tarea de los trabajadores del estado”.

Respecto al conflicto en la Línea Este, De Isasi aseguró: “En primer lugar hay que diferenciar a los compañeros choferes de la patota que hace tiempo se apropió de la UTA. No es una pelea entre fracciones sindicales, sino entre una burocracia enquistada que es socia de los empresarios y los trabajadores que buscan formas de organizarse por sus derechos”.

“En este contexto está claro que si un secretario general, en un conflicto laboral por despidos termina golpeando a los trabajadores, limpiando rápidamente el predio para que salgan rápido los micros, queda en claro que está en crisis esa representación sindical. Apelamos a la libertad y la democracia sindical para que sean los trabajadores y no el ministerio de Trabajo los que definan como organizarnos y quiénes nos representan”, concluyó.