Luego de 12 horas de debate los senadores uruguayos dieron el visto bueno a la norma que ubica al Estado como regulador de la producción y consumo de marihuana, poniéndose al hombro la responsabilidad de combatir el narcotráfico y desalentar el uso problemático de las drogas. Con esta norma, Uruguay se convierte en la cuna mundial del consumo responsable y es pionero en abordar los delitos relacionados al narcotráfico otorgando el derecho de autocultivo a los consumidores.

La Ley permite el cultivo de cáñamo para fines industriales, lo autoriza para los casos en que se utilice con fines científicos, de investigación o elaboración de productos para utilización médica y regula el acceso a la marihuana para todo tipo de consumo, mediante tres niveles: el autocultivo, los clubes de membresía y las farmacias.

Es decir que los residentes uruguayos podrán tener sus propias plantas (hasta seis plantas hembras florecidas y 420 gramos de cosecha por año por persona), podrán conformar clubes para cultivar de manera conjunta y repartir la cosecha sin que exista un intercambio monetario y además habrá empresas autorizadas para vender marihuana en las farmacias, a un precio regulado por el Estado.

Finalmente, la norma apunta a promover la prevención del uso problemático de drogas en todos los niveles educativos, y establece prohibiciones: No se podrá vender cannabis psicoactivo a menores de edad, ni conducir bajo sus efectos ni publicitar directa o indirectamente el cannabis mediante ningún medio de comunicación, algo similar a lo que sucede, desde hace algunos años, con el tabaco.

Como parte de la implementación de la norma, se plantea la creación del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca), que monitoreará todos los aspectos, desde la plantación y cultivo hasta el expendio de la marihuana.