jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº -1961

Información General | 3 nov 2016

Dialogamos con Matías Rojo

Los estudiantes de la UNLP eligen a sus representantes y desde la JUP esperan polarizar con Franja Morada

Desde el miércoles de esta semana se eligen autoridades en los centros de estudiantes de cada Facultad y representantes del claustro estudiantil (consejeros académicos y superiores). El viernes a las 18 horas finalizarán los comicios y en torno de los escrutinios que se realizarán en cada unidad académica de la Universidad platense, se sentirá intensamente la pasión de la militancia. Kirchneristas, radicales, militantes de la izquierda popular, del FIT, del PCR y de un sinfín de agrupaciones esperan representar a sus compañeros con vistas a un período en el que el ajuste sobre la educación pública condicionará el desarrollo de la educación superior.


Matías Rojo es militante y dirigente de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), que en un frente con otras agrupaciones kirchneristas logró imponerse en el último congreso de la Federación Universitaria La Plata (FULP), un batacazo que reordenó el mapa político estudiantil.

En ese congreso perdieron la conducción las agrupaciones de izquierda, y los radicales de la Franja Morada lograron pelear el primer lugar. El entrevistado por Blanco sobre Negro y dirigente de Remediar (la agrupación de base de Medicina que tiene la JUP) arranca el diálogo poniendo el acento en una posible polarización. “El ajuste lo pagarían espacios de izquierda, como Patria Grande o las agrupaciones del FIT y del PCR”, calcula Rojo.

Además, Matías reconoce que los comicios “son una buena oportunidad para revalidar, o plebiscitar, a la nueva conducción de la Federación”, un deseo manifiesto de la militancia que festejó profusamente el triunfo en la FULP. Recordemos que el impacto de aquella victoria fue tan expansivo que hasta la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner visitó la Ciudad para felicitar a las corrientes que se unieron y lograron devolverle al kirchnerismo una victoria, una casi sin precedentes en la UNLP.

Rojo describió las tensiones que viven los grupos de izquierda, en los que diferencia a Patria Grande (ex conducción hasta este año) y las agrupaciones de la izquierda tradicional (“reaccionaria y gorila”, según la describe). Piensa (él y la militancia del kirchnerismo de la UNLP) que el esquema de distribución de preferencias en la política nacional (peronistas y pamperonistas contra radicales y panradicales) tendrán un correlato en cada Facultad.

Lo cierto es que cerca de la medianoche del viernes, cuando el sábado asome en el almanaque, la intensa militancia estudiantil de La Plata habrá dirimido sus cuentas y establecido una correlación de fuerzas ya no imaginaria, sino respaldada por los datos duros de las planillas de cada mesa.

Una consigna y al mismo tiempo una crítica de acero aúna a todos los discursos en esta campaña que se va: que el Gobierno Nacional no recorte el presupuesto educativo, ni el de destinado a Ciencia y Técnica. Si se avanza en ello, ahí sí, es de suponer que en 2017 las contradicciones de estas elecciones pasen a un segundo plano, como suele ocurrir y como debe ser en una sociedad que tuvo y tiene una educación superior de vanguardia.

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