El 2 de diciembre de 1968, con solo dos años llegaba desde Hamburgo la elefanta ‘Pelusa’. Hoy, con un cuadro de pododermatitis crónica en sus patas, se encuentra controlada y bajo una observación intensiva con un equipo de especialistas.

En ese marco, desde la Dirección del Jardín Zoológico se optó por desarrollar una jornada con varias ONG´s relacionadas al cuidado animal, que se acercaron al predio para interiorizarse del estado de salud del ejemplar y debatir cómo avanzar con su tratamiento.

Al respecto del panorama, el director del Zoo, Diego Brutti, señaló: “Hoy ‘Pelusa’ cumple 50 años pero nosotros no celebramos nada, sino que queremos buscar el bienestar de ella. Sabemos que con sus años y el problema que arrastra, su salud es muy delicada”.

Como solución paliativa, Brutti dijo que se evalúa el traslado a otra superficie dentro del predio. “Esto ya está presupuestado para comenzar con las obras en enero. Lo ejecuta el municipio a través de la Secretaría de Espacios Públicos y Gestión Ambiental y la idea es que la elefanta tenga un espacio limpio para que pise y no se reinfecte", manifestó.

En ese sentido, explicó que desde el momento en el que se detectó la infección, el equipo veterinario evalúa al animal diariamente y le realiza baños con soluciones antisépticas para desinfectar las zonas afectadas, además de reacondicionar su pileta y colocarle sales curativas.

Por otra parte, como había adelantado a Blanco sobre Negro el coordinador general del Zoológico de La Plata, Martín Levach, se evalúa la posibilidad de su traslado a un santuario ubicado en Brasil, medida por la cual el director se mostró cauto dado el estado de salud que presenta el mamífero. Es por eso, que próximamente arribarán especialistas de Estados Unidos y Brasil, quienes en conjunto con el equipo veterinario del Zoo, decidirán si el traslado es conveniente o no.

“Sabemos que es una situación riesgosa. Es un viaje largo y pueden surgir varias complicaciones”, dijo y agregó: “En cautiverio un elefante puede vivir unos 65 años, pero ‘Pelusa’, por sus inconvenientes es algo que difícilmente hoy podamos precisar”.

Según detalló el personal del zoo, pese a que el cuadro de infección al día de hoy no se agrava, la falta de movilidad le genera una pérdida en la anatomía normal de sus pies, sumado a la imposibilidad de realizarle el tratamiento de mantenimiento al 100% de las uñas y suela debido al dolor que las maniobras le provocan.

“El cuadro está provocando un deterioro general que se traduce en disminución de peso y atrofia muscular, síntomas que días atrás indujeron a la elefanta a echarse, sin poder pararse por sus propios medios”, señalaron los especialistas.