“En algunos barrios los cortes de energía eléctrica o agua potable llevan más de 12 horas. Incluso en ciertos casos colapsaron los dos servicios” consignó LPO, y agregó: “En medio de la ola de calor que sigue su marcha, vecinos del barrio de La Loma protestaron por un corte de luz que se prolongó desde las 3 de la madrugada, mientras que en otro sector de la ciudad un numeroso grupo reclamaba por la escasa presión de agua que prácticamente no dejaba llenar los tanques”.

Que los medios de comunicación de Capital Federal tomen nota de las recurrentes faltas en la prestación de servicios de ambas empresas en esta región, y, peor aún, que en el Gran La Plata se los trate en forma “amigable”, tanto por autoridades púbicas como por sectores de la prensa, irrita más aún a los perjudicados de siempre: los usuarios.

Las redes sociales fueron durante todo el día el canal de expresión de los indignados vecinos que, si no son castigados por la naturaleza, terminan siéndolo por la pésima gestión de las llamadas “privatizadas”, que tanto fueron denostadas cuando eran del Estado, durante los 80, hasta que se remataron en la década del 90.

Falta de suministro de dos insumos tan importantes para no sólo el bienestar de los vecinos, sino también para la salud, en especial de los más vulnerables, son un problema que merece más atención.

Una vivienda sin luz ni agua pone en riesgo a adultos mayores y niños, las autoridades deberían tomar nota de ello. No se trata de un problema de confort. Es un asunto que algún día puede costar un precio que nadie pueda pagar.

Nicolás Harispe
@nicolasharispe