El termómetro mostró durante los últimos días temperaturas mayores a los 30° y todavía hay muchos vecinos que sufren la falta de luz desde hace casi 24 horas. El calor y la falta de energía hacen que muchos tengan que comprar bidones de agua y bañarse en otros lugares –en donde puedan- mientras que el suministro eléctrico se hace esperar. En zonas como las de 43 y 5, hay varios edificios sin luz que complican mucho lo que antes era fácil con un ascensor: subir al 8° piso, por ejemplo.

Otras zonas afectadas son las de 118 y 36, 77 y 13, 43 y 25, y muchos sectores de Barrio Aeropuerto. Las palabras detrás del teléfono son siempre las mismas: “estamos trabajando para resolver su problema”; pero nunca se sabe cuánto durarán los cortes o cuándo se resolverá realmente el problema.

Mientras tanto, el gobierno responsabilizó a las empresas distribuidoras por los cortes en varias zonas de la provincia, sobre todo Capital Federal y el Gran Buenos Aires. El jefe de gabinete Jorge Capitanich dijo que “el incremento de la oferta energética en megavatios tiene que estar acompañado también por un mecanismo de inversión en media y baja tensión, para garantizar el suministro del fluido eléctrico en condiciones satisfactorias para cada uno de los usuarios, y esa es una responsabilidad de quienes efectivamente prestan el servicio”.

Capitanich reconoció que el ritmo de la demanda crece, y recordó: “El marco regulatorio prevé medidas sancionatorias y se debe ver por qué se produjeron las fallas en cada una de las instancias, lo tiene que evaluar el ENRE (Ente Nacional de Regulación de Electricidad)”.

Ayer, el Ministro de Planificación Julio De Vido había admitido que durante este verano aumentarían los cortes de energía, argumentando que “habrá mayor consumo” por las altas temperaturas.