La Cámara Baja del Parlamento, denominada Duma, aprobó el proyecto de amnistía presentado por el presidente Vladimir Putin, que prevé la amnistía para “los condenados por delitos con menos de 5 años de reclusión” y para “los imputados de delitos menores en espera de juicio, incluidos los de vandalismo y las madres de hijos menores”.

En este marco, los activistas de Greenpeace detenidos en Rusia podrán regresar a la Argentina, ya que son algunos de los beneficiados con la medida, que alcanza en total a 25 mil personas entre presos y acusados.

El barco en el que los activistas protestaban cuando fueron detenidos, el Artic Sunrise, aún no conoce destino a pesar de que el gobierno holandés reclamó que deje de estar detenido, mediante un tribunal internacional.

Durante la campaña para liberar a los 30 activistas se hicieron 860 protestas en 46 países y en más de 150 ciudades de todo el mundo, y más de 2,6 millones de personas han reclamado a las embajadas rusas.

Camila Speziale, dijo esta mañana desde San Petersburgo: “Estoy contenta de poder volver a casa, pero no estaré feliz del todo hasta que podamos asegurar la protección del Ártico”. Por su parte, Hernán Pérez Orsi, segundo oficial del barco Arctic Sunrise en el momento de la detención, afirmó: “Me siento muy aliviado y feliz de tener la posibilidad de volver a casa”.