Un dato que llamó la atención, además de la gran oleada de visitantes que hubo todo el fin de semana, según el testimonio de vecinos del barrio La Pérgola, fue el amplio despliegue de agentes de la Policía Local que se destinaron para garantizar el orden. Se los podía observar sudando con sus trajes celestes (que han provocado en todos los distritos bonaerenses el mote de “Pitufos”) y ordenadamente recorriendo la costa.

Era el reflejo de la cantidad de visitantes. “Hace años, ya no recuerdo cuántos, que no veo tanta gente como hoy en esta zona”, confesó a Blanco sobre Negro Martín Marcuchi, un vecino histórico del lugar. Marcuchi, que vive a una cuadra de la costa, suele instalarse desde temprano a disfrutar del sol en la playa ubicada en la rotonda más concurrida de la localidad. “Hoy preferí quedarme en casa tomando unos mates dulces. Había gente de todos lados: de Brandsen, Chascomús, Pila, y otros distritos de la provincia. En los micros se veían los nombres de cada lugar”, detalló el vecino en diálogo con este portal.

En los accesos al balneario, en horas del mediodía, el tránsito circulaba a paso de hombre, e incluso la calle 5 (una alternativa para evitar el intenso flujo por la costanera) estaba repleta de colectivos, autos y gente que marchaba a pie.

Funcionarios de la comuna ensenadense, además de trabajar para garantizar que el fin de semana se vivieran dos jornadas tranquilas y ordenadas, destacaron a Blanco sobre Negro las obras que emprendió en los inicios de su gestión el intendente Mario Secco. “Si no hubiéramos despejado las playas, que estaban ocupadas por diferentes campings, y no hubiéramos puesto en valor al balneario, sería imposible que se recibiera a tantos visitantes. Lo que mejor hicimos fue liberar la costa para que, además de quedar más linda, pudiera ser disfrutada por más gente”, explicó a Blanco sobre Negro un funcionario de primera línea.