El jueves 4 de junio de 2012, hace poco más de un año, comenzó a regir en la Argentina la ley de Identidad de Género 26.743, que permite modificar, mediante un trámite ante el Registro de las Personas, el género y el nombre que figura en el DNI de acuerdo a la orientación sexual de cada persona. Durante este año, miles de argentinos realizaron el “cambio de identidad autopercibida” y el domingo 11 de agosto ya figuraban 3.000 de ellos en los padrones.

“Durante años mujeres y varones trans fuimos dejadas y dejados de lado por la democracia, para la cual no existimos en materia de ejercicios de derechos. Muchas veces dijimos que no queríamos seguir siendo las y los olvidados de la democracia y es urgente que podamos garantizar el derecho de votar en las próximas elecciones. Hemos esperado muchos años para la restitución del derecho a la identidad, pero no queremos seguir esperando para el pleno ejercicio de la ciudadanía. Por eso llamamos a las mujeres y varones trans de todo el país que reclamen por su derecho al sufragio”, explicó Marcela Romero, presidenta de ATTTA (Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina).

La CHA (Comunidad Homosexual Argentina) también celebró el debut en las PASO: “Es un nuevo paso histórico”, dijo César Cigliutti, titular de la entidad. Además, aclaró que fueron miles las personas trans que pudieron votar en esta oportunidad y que, aunque muchas no llegaron a empadronarse por cuestiones administrativas, podrán sumarse en octubre.

Hasta hace un año el sufragio, al igual que cualquier otro trámite que realizaba una persona transexual, significaba un momento incómodo que desembocaba muchas veces en casos de discriminación o violencia verbal. La nueva disposición no sólo acerca a los y las transexuales al pleno ejercicio de la ciudadanía, sino que hace a una sociedad más justa e igualitaria y una democracia más participativa e inclusiva.

La Argentina es el primer país del mundo que se rige por una ley que no toma a la orientación sexual como una enfermedad ni trastorno y no incluye, entre los requisitos para el cambio de identidad autopercibida, ningún diagnóstico médico o psiquiátrico, ni tratamientos que transformen el cuerpo para acreditar el género. Como lo ha expresado Claudia Vasquez Haro, presidenta de la asociación OTRANS La Plata, “Ser mujer no se reduce a los genitales”.

Días antes de los comicios, desde la Asociación se había enviado una solicitada al registro de las personas y al registro electoral para incluir al padrón a quienes habían cambiado recientemente su identidad en el DNI. OTRANS, conformada por las integrantes de la comunidad trans de la provincia de Buenos Aires, había advertido en el comunicado difundido que la no inclusión en los padrones “estaría vulnerando el derecho de obligación constitucional que recae en toda persona al sufragio, debido a que la falta de concurrencia de los datos personales (padrón-DNI) impediría acreditar la identidad de la persona”.

Habiendo resuelto esto y, pese a las demoras de índole administrativa, las PASO del domingo pasado fueron oficialmente las primeras elecciones igualitaras en la materia. Para octubre, se espera que el número se multiplique y sean cada vez más los ciudadanos y ciudadanas trans que puedan contar con un DNI que los represente.