Los cambios en el gabinete municipal que desde hace días se están barajando en el palacio municipal sumaron a un actor clave. Los gremios locales que integran la CGT unificada aceptarían desembarcar en Espacios Públicos, una secretaría que administra 1.300 millones de pesos, más de un cuarto del presupuesto total del municipio.

En caso de concretarse esta negociación, el gobierno local sumaría a un actor de peso en su Gabinete. De esta Secretaría dependen la Dirección de Espacios Verdes y Arbolado Público; la Dirección de Uso del Espacio Público, la Dirección de la República de los Niños, la Dirección del Jardín Zoológico y la Dirección de Estacionamiento Medido. También abarca otra Subsecretaría, la de Control Ambiental, de la cual depende la Administración del Parque Ecológico, la Dirección de Tratamiento de Residuos y la Dirección de Gestión Ambiental.

Las terribles consecuencias del temporal del pasado domingo, con cientos de árboles caídos por toda la ciudad, dejaron en claro que ya no se puede probar con la designación del nuevo secretario. Más allá de la magnitud del viento que azotó a La Plata el domingo, las principales críticas respecto a la gestión comunal apuntan al deficiente operativo de poda que dejó el ambiente propicio para el desastre que atraviesa la ciudad por estos días.

La idea de la conducción gremial es armar una suerte de conducción colegiada de esta gran secretaría poniendo a los dirigentes más idóneos en cada área y no dudan de su capacidad para imprimirle un fuerte perfil operativo con gran capacidad de trabajo.

Esta nueva alternativa pone en duda el nombre que hasta el momento sonaba para conducir esta cartera por propuesta del senador Gabriel Monzó. Se trata del Marcelo “Chubito” Leguizamón que en la política local quedó marcado como ejemplo de “panquequismo” al poseer el récord de pasar por tres partidos políticos (FR – FpV – PRO) en menos de un año.

Además los dirigentes gremiales señalan que la trayectoria de Leguizamón, que fue mano derecha del ex ministro de Seguridad y Justicia bonaerense, Ricardo Casal, no se corresponde con el perfil de dirigente que se necesita frente a una secretaría más ligada a la acción que a la “rosca”.