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Información General | 19 feb 2017

Una postal de la educación pública

Padres en la Facultad, una experiencia inédita en la Universidad de La Plata

Las autoridades de Ingeniería convocaron a familiares de alumnos ingresantes y muchos dijeron presente. Preguntaron sobre las carreras, la seguridad en el predio y el funcionamiento de la institución, entre otras inquietudes. El agradecimiento y la satisfacción fueron compartidos.


La Facultad de Ingeniería convocó a los padres de los ingresantes, sobre todo a aquellos cuyo núcleo familiar no tuviese una experiencia universitaria, y la satisfacción fue mutua.

Entre las autoridades de la unidad académica existía la preocupación de saber cuántos familiares se acercarían al edificio de calle 1 y 47. Los invitados tenían la inquietud de saber de qué se trataría el encuentro. Lo cierto es que la propuesta fue muy bien recibida y el aula “Fernández” abrió sus puertas a padres, madres y hermanos de alumnos que dan sus primeros pasos en la Universidad Nacional de La Plata.

Se acercaron para escuchar, pero también para preguntar y compartir sus historias, porque de eso se trató el mano a mano entre autoridades y padres, una experiencia inédita en el ámbito de la UNLP.

“¿Será verdad que vamos a una reunión en la Facultad?”, le preguntó un hombre a su esposa antes de asistir a la reunión. Egresado de Ingeniería hace 38 años, dijo no recordar un acompañamiento de este tipo por parte de la unidad académica en sus años de estudio. Aprovechó el encuentro para consultar por las diferencias entre las carreras de Civil e Industrial debido a que su hija no se decide entre ambas especialidades.

Si bien desde la Facultad se pensó, en un principio, que la charla podría ser de interés especialmente para padres sin formación universitaria se realizó una convocatoria abierta a todos. Una mamá que estudió en Ciencias Exactas y asistió a la reunión con su hija expresó: “En mis años de estudiante nunca hubo un encuentro como este, ni siquiera conocí al decano”. La mujer consultó por los horarios de cursada y la seguridad en el predio.

Al respecto, el decano de Ingeniería, Marcos Actis, explicó que la Facultad tiene alrededor de 7.000 alumnos y 1.200 docentes. Afirmó que, aunque existen cámaras de seguridad y guardia edilicia, a veces se registran robos de bicicletas, como en otros lugares ya que es un espacio público. También informó que las últimas cursadas se dictan hasta las 21 horas.

En el encuentro, Actis junto a la profesora titular de la cátedra de Ingreso, Rossana Di Domenicantonio, brindó diferentes datos, cifras e información de interés para los ingresantes y sus familias. “Las ingenierías son carreras que necesitan mucha dedicación. Nosotros queremos que sus hijos se reciban. Venimos trabajando para eso, para mejorar la graduación”, expresó. Y añadió que el curso de nivelación en matemática que se dicta a los ingresantes es para que “el salto de la escuela secundaria a la universidad no sea tremendo”.

Una mujer con tonada al hablar, contó que es madre de 6 hijos y el mayor es el primer integrante de la familia en ingresar a la Universidad. Relató que su marido le pidió al joven que no busque un empleo hasta recibirse, que él haría el esfuerzo para cubrir sus gastos con la condición de que se reciba. “Yo conocimientos no tengo, pero le digo a mi hijo que le ponga garra”, expresó la mamá. Preguntó qué debería hacer el chico en caso de que le surgiera alguna inquietud.

La hermana de un alumno del interior, con formación universitaria, brindó su testimonio. “Los hermanos también podemos ayudar. Es algo del grupo familiar”, consideró. Contó que tanto ella como sus padres recibieron la invitación por parte del estudiante a través de whatsapp, una herramienta de comunicación muy utilizada hoy en día por los alumnos.

Una de las mamás dijo con profunda emoción que era la primera vez que iba a una Facultad. Con voz quebrada agradeció la invitación y preguntó por el rol de los tutores. Se le explicó que se trata de docentes o alumnos avanzados de Ingeniería que brindan acompañamiento y apoyo a los ingresantes.

Un padre hizo uso de la palabra para contar que hizo 400 kilómetros para asistir a la charla, oriundo de la ciudad bonaerense de Carlos Casares. En un momento del encuentro se lo vio pasando la mano por la espalda de su hijo, una muestra de cariño y de apoyo en este trayecto que el joven inició al elegir una carrera universitaria lejos de su familia.

Actis señaló que la idea del encuentro fue compartir experiencias y reflexionar cómo desde los hogares pueden colaborar para que a los ingresantes les vaya mejor en la carrera. “Tenemos 12 carreras, 9 departamentos y los alumnos cursan en promedio 25 horas semanales. Necesitan otras 25 horas más de estudio en sus casas. Con lo que hacen acá no les alcanza. Tienen que sentarse a estudiar”.

El decano informó que la Facultad tiene lugares donde los alumnos pueden quedarse a estudiar, en el caso de que no cuenten con un espacio propio en sus casas, como la sala de lectura en la Biblioteca. “Si tiene que pasar el día entero acá entiéndanlo. Va a estar contenido por nosotros. Y si está en su casa resolviendo cuentas traten de no interrumpirlo. Necesita concentración”, explicó.

Según reconoció Actis “trabajar y estudiar en los primeros años de las carreras es muy difícil. Para eso tenemos diferentes becas de ayuda para los alumnos. Tienen el comedor universitario y becas de transporte. Piensen que una vez que alcancen el título eso no se los saca nadie. La salida laboral de los ingenieros siempre es alta. Tengan en cuenta que el día de mañana sus hijos podrán devolverle todo lo que hicieron por ellos”.

Un padre reconoció que su hijo fue tentando de trabajar en una empresa multinacional muy reconocida de origen argentino antes de recibirse, pero él le recomendó que primero terminara sus estudios, y así lo hizo.

Por su parte, Di Domenicantonio brindó información sobre el curso de nivelación. “Pretendemos que la base sea sólida, para que no pierdan estabilidad. Hacemos todo lo que está a nuestro alcance para ayudarlos. Y esperamos el apoyo de ustedes para que sus hijos no se desanimen. Los alumnos pueden buscar siempre nuestra contención. No vayan a profesores particulares. Para eso estamos nosotros y el Estado nos paga. Ocupen las clases de consulta, tengan confianza de hablar con sus docentes. Podemos recomendarles libros”, expresó.

Entre los datos aportados, el decano señaló que en promedio los alumnos tardan 8 años en recibirse y algunas carreras son más complejas que otras.

“Las materias que deben aprobar son alrededor de 40 en total. No se pasa de año como en la secundaria, se aprueban materias. El alumno puede estar cursando materias de años diferentes”, indicó.

“Buscamos facilitarles a sus hijos el sueño de ser ingenieros. Necesitamos que ustedes también los ayuden”, añadió Di Domenicantonio.

Como cierre del encuentro, las autoridades de la Facultad agradecieron la participación e informaron que se trabajará para mantener una comunicación más abierta con los padres y que esta experiencia les permite seguir mejorando el contacto con las familias de los alumnos.

Gentileza: Victoria Verza
Área de Comunicaciones y Medios
Facultad de Ingeniería – UNLP

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