La normativa en cuestión, cuya autoría pertenece al edil, fue aprobada en septiembre de 2008 cuando se declaró de interés público la “inspección obligatoria, conservación y mantenimiento de las fachadas y muros medianeros de los edificios públicos y privados que posean una altura superior a los ocho metros y tengan además una antigüedad de más de diez años”.

Al respecto, Vaudagna sostuvo que “el municipio debe hacer cumplir la normativa, prevenir y no acordarse cuando ocurra alguna tragedia”.

“Cuidar nuestro patrimonio edilicio es hablar, desde ya, de inversiones en mantenimiento. Pero debe señalarse que el olvido del mismo no es algo reciente, ni su deterioro algo súbito que afectó a la ciudad desde los últimos meses. Por el contrario, es producto de años y años de no valorar esas presencias cotidianas dejándolas a merced del ataque despiadado del tiempo” comentó Vaudagna.

Además, puntualizó que “los propietarios de los inmuebles, sus apoderados o casos en que los inmuebles están sujetos al régimen de propiedad horizontal – o el administrador en su carácter de representante legal del consorcio ante las autoridades administrativas- deben presentar un informe anual sobre el estado de conservación de las fachadas y muros medianeros, y están obligados a verificar periódicamente, reparar y mantener en buen estado de conservación los mismos”.

Y agregó que “el informe debe ser presentado anualmente y suscripto por un profesional matriculado con la visación del colegio profesional correspondiente y la constancia del aporte previsional de la caja respectiva”.

Además, Oscar Vaudagna señaló: “La Secretaría de Convivencia y Control Ciudadano está facultada para requerir al propietario, encargado, administrador o responsable de los edificios sujetos a verificación, la exhibición del certificado de cumplimiento re verificación técnica. En caso de incumplimiento, se labrará acta de comprobación en el cual se otorgará un plazo perentorio para la presentación del informe técnico bajo apercibimiento de labrar el acta de Infracción correspondiente”.

“Creemos que es tiempo de asumir un compromiso conservacionista en nuestra ciudad, que no sea sólo declarativo, y que repare el abandono de algunos edificios en sus fachadas, en las ornamentaciones o en sus muros medianeros”, sostuvo el concejal.

“Los edificios públicos, casonas particulares y grandes edificios que supieron caracterizar el espíritu de los fundadores, hacen también a la memoria afectiva y colectiva de la ciudad y debemos mantenerlos en condiciones óptimas. Es muy importante que cada habitante sepa que puede y debe contribuir a la puesta en valor de nuestra ciudad”, concluyó Vaudagna.