En ese contexto, la estrategia electoral de la coalición de gobierno ha sufrido toques, retoques, idas y vueltas sin parar. Muchos nombres son mencionados en programas de televisión y en medios de comunicación como posibles aspirantes a diferentes cargos. A veces se trata de versiones interesadas para llenar las horas de programación, y en otras ocasiones intentos por “instalar” posibles candidaturas.

Se menciona al supuesto aspirante, o “bendecido” para postularse a algún cargo, y luego de lo “mide” en algún sondeo. Un truco más viejo que la injusticia.

Lo que sí constituye una rareza es la falta de definiciones públicas a tan poco tiempo de los comicios. Sobre todo es raro que Cambiemos no termine de definir las cabezas de las listas (el primer postulante a legislador nacional o provincial, o a concejal) en casi ningún lugar de la Provincia.

Desde hace días un rumor comenzó a tomar fuerza, y Blanco sobre Negro consultó a importantes dirigentes oficialistas de distintos distritos y a referentes de la oposición para confirmarlo o desmentirlo.

La teoría que este portal está en condiciones de confirmar como la más plausible en estas horas y que circula con fuerza en algunos despachos amarillos es que la Gobernadora quiere reservarse la potestad (ya que “va a ponerse la campaña al hombro”, como se repite hasta el hartazgo) de elegir a las figuras principales en los cargos legislativos de la Provincia.

No es un dato menor: de esta forma Vidal se aseguraría un grupo de incondicionales que, en un escenario que no favorezca a Cambiemos, mantendría una lealtad incondicional a la Gobernadora.

La estrategia que el vidalismo pergeña para el escarpado territorio bonaerense, incluye la presentación de extrapartidarios que mejoren las chances de la lista oficialista. Se sabe que al PRO, cuadros políticos y figuras de renombre no le sobran, sino más bien le faltan en la misma proporción que estructura militante y representación en las organizaciones intermedias de la sociedad civil.

En ese contexto, Blanco sobre Negro pudo confirmar que Carolina Píparo, por lo menos hasta estos días, estaría dispuesta a aceptar el convite de Vidal y ser la primer candidata a diputada provincial por la Octava Sección electoral, que, por ser capital de la Provincia, está compuesta sólo por la ciudad de La Plata.

Si bien Píparo vive en la ciudad de Buenos Aires ya confirmó la novedad a gente de su entorno, y en Cambiemos es un secreto guardado con mucho empeño. Pero, se sabe, el tiempo no da tregua y las reuniones para definir las nóminas fueron tomando mayor intensidad con el paso de los días, y ya es un tema que la gobernadora no puede negar ni tampoco volver a someter a debate interno. Con nadie. La respuesta afirmativa de Carolina Píparo ante el generoso ofrecimiento de Vidal , sumada a la estrategia que mencionamos párrafos arriba, permiten asegurar que Cambiemos la tendrá como candidata en La Plata.

De esa manera, tanto Vidal como Julio Garro aspiran a concitar el voto independiente que maldice la caída del poder adquisitivo, los casos de corrupción indisimulables y la caída de la imagen presidencial. Además se demoran las megaobras anunciadas con bombos y platillos, y el electorado sabe que en estos comicios de medio tiempo no se pone en juego la gobernabilidad.

Otra cosa no debe ser soslayada: hay que recodar que el GEN de Margarita Stolbizer alcanzó casi 20 puntos en las elecciones de 2013, y que el massismo junto a la líder de Progresistas pueden aglutinar a gran parte del voto que refunfuña y cada vez se aleja más del sueño amarillo. Hay un indisimulable malestar que crece al calor de los precios, y que decrece sólo cuando el teatro judicial de Comodoro Py enciende las luces.

Muy lejos está nuestra geografía de tilos y diagonales. Cambiemos necesita llevar algún nombre conocido y que genere empatías con su base electoral. Es cierto, falta mucho, como por estos días se escucha demasiado en la política platense. Pero Carolina Píparo logra ese perfil acabadamente. Su nombre en las boletas embellece el sueño amarillo, que necesita, con el poder y la gloria del que supo gozar hace sólo dos años, revalidar títulos y lograr que la pedregosa gestión comunal reciba una espaldarazo para que los dos últimos años de gestión se parezcan más al cielo que al infierno.