El Tribunal integrado por los jueces Caputo Tártara, Bruni y Alegre absolvió por mayoría al policía que en febrero de 2013 le disparó a Omar Cigarán en el Barrio Hipódromo, a pocas cuadras de su casa.

“Esta sentencia dejó la sensación de mucha indignación porque una vez más se confirma esta relación policial- judicial que venimos denunciando en nuestros informes, que justamente tiende a la impunidad y protegen intereses que tienen que ver con el poder político, con las políticas que se llevan adelante”, afirmó Roberto Cipriano García, secretario de la CPM a Andar Agencia.

“Yo ya no esperaba que se haga justicia; si la justicia no existió antes de que mataran a Omar no iba a existir ahora. Lo único que pasó en el juicio es que se lo acusó a él de drogadicto y la respuesta a eso fue ejecutarlo. Ya estamos curtidos, ya sabemos cómo funciona esto, no hay justicia para los pobres. Omar era un don nadie, hijo de un don nadie y no hay justicia para esto”, dijo Milton Cigarán, el papá de Omar, al salir de la audiencia.

“Hoy vuelve la tristeza como si fuese el primer día que mataron a Omar. Estoy muy triste, con mucha bronca, no sé si voy a poder seguir siendo la misma de antes. Este hombre sigue libre y yo vine acá hoy con toda la esperanza de que pague”, agregó Sandra Gómez, la mamá de Omar, y agradeció la compañía de los y las militantes, familiares y amigos que la rodearon y acompañaron durante la jornada y todo el proceso.

La versión de Flores es que cuando disparó, Cigarán estaba robando una moto a otro policía. Sin embargo, su familia asegura que el día anterior la policía los había amenazado con matar al joven que había sido señalado como “problemático” en una reunión de vecinos con efectivos de la Comisaría 2da.

La defensa de la familia asegura que la investigación estuvo plagada de irregularidades desde el primer momento. Su cuerpo en lugar de ser llevado a la Asesoría Pericial La Plata, como hubiese correspondido por estar un efectivo implicado en su muerte, fue enviado a la morgue policial, donde apareció un arma entre las ropas del joven.

Antes de ser asesinado, Omar había realizado 16 denuncias contra la policía por acoso. Según su familia, los uniformados lo perseguían en su barrio, por las esquinas, y hasta entraban a su casa sin orden de allanamiento buscando armas que nunca encontraron.

“Hay mucha soledad de las familias y la red de familiares que se teje alrededor de estas causas es muy valiosa, porque el Estado no se hace cargo de este tema. Quedan muy expuestos, muy solos frente a instituciones muy corporativas; lo vemos en la masacre de Pergamino y es muy difícil llevar adelante estas causas si no hay grupos que acompañan. Lo que el Estado no hace lo hacen las organizaciones que hoy acompañan a Sandra para dar esta pelea”, explicó Cipriano García.

María del Carmen Verdú, representante de la familia de Omar en la querella, aseguró que “hoy los fiscales protegen a la policía, y en este caso ni siquiera hubo fiscal en el juicio. Lo que hicieron los jueces fue, una vez más, creer en la versión de la policía. Naturalmente vamos a ir a Casación, y vamos a seguir en las calles diciendo que a Omar lo mató la policía”.

“Igual, que el policía se vaya preso a mí no me hacía nada, porque el daño ya está hecho pero hubiese ayudado por otros pibes, futuras víctimas que es por lo que peleamos”, concluyó Milton Cigarán.