Según indicó la dirección de Auditoría y Control de Gestión del Servicio Penitenciario Bonaerense , fueron desplazados 847 agentes, y en los próximos meses, por las expulsiones en base a los sumarios en curso, podrían llegar a 1000.

El ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari, advirtió que, no obstante, los procedimientos no tendrán efectos secundarios adversos: “No hay resentimiento en las unidades porque la principal cantidad de personas que sacamos, fueron del orden administrativo, y algunos eran altos jefes, aislados del resto del personal”.