martes 07 de mayo de 2024 - Edición Nº -1980

Información General | 28 abr 2017

En un nuevo aniversario de su muerte

El recuerdo del Ruso Prátola por un hincha de Gimnasia: "Lo lloraron los primos y lo sentimos nosotros"

A 15 años del fallecimiento del defensor pincharrata Edgardo “Ruso” Prátola, en el sitio Primera Página recordaron al ídolo pincha publicando un texto exclusivo escrito por el periodista platense y ex concejal de la UCR, Pablo “Colo” Pérez.


CARTA DE UN TRIPERO DE TOLOSA AL RUSO PRÁTOLA

No podía putearlo. No había caso. Lo tenía cerquita en cada clásico. Eternamente por una miopía mal indicada miraba los partidos aferrado al alambrado. Lo tenía cerquita. Para los restantes diez había un glosario de insultos de los buenos. Pero con “El Ruso”. No podía. Por ahí le tiraba un …”andá a pagarle al panadero”, o…”hacé asfaltar la 121 Ruso”, pero no pasaba de eso. Hasta lo imagino sonriendo dentro de la cancha por mi creatividad más cercana a Zulma Lobato que a Borges.

Los dos éramos tolosanos. Y el tipo buena gente. Hasta debo confesar que si alguno que estaba al lado mío se extralimitaba sentía bronca. Pero lo entendía. Es que enfrente estaban las rayas rojas y blancas y había que putear macho. Época de hinchadas locales y visitantes. Clásicos maravillosos. Un poco más grande lo recuerdo de pibe, mientas nosotros éramos piolas de esquina, yendo religiosamente a entrenar. Y llegó a primera. Una familia maravillosa. Cuando se fue sentí mucha tristeza. Era uno del barrio que había llegado, más allá de defender los colores del eterno rival. Pero también sentía tristeza porque por sobre el fútbol, el panadero y la 121 se había ido un gran tipo. “Chau Ruso” y a los dos o tres pasitos le chantaba…”aguante el lobo” y se sonreía.

Gimnasia lo despidió con aplausos. Con aplausos imaginen. El barrio se puso triste. Y yo también. Azul y blanco, rojo y blanco que más da. Se había ido el Ruso. Un gran tipo. Lo lloraron los primos y lo sentimos nosotros. Lo extraña el panadero y la 121 y Tolosa se durmió aquella noche sintiendo la pérdida de un hijo que por esas cosas de la vida nos dejó un gran recuerdo. “Chau ruso”, le dirá mi viejo en el cielo y “aguante el lobo” y el Ruso con ese andar característico le sonreirá. Hasta siempre pincha querido, los triperos que te conocimos un poquito tampoco te olvidamos.

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