“No hay nada que festejar”, declaró el Jefe Comunal, de Cambiemos, durante la conferencia de prensa llevada a cabo esta mañana. Se iba a realizar entre el 11 y el 14 de mayo.

La crisis económica y de pérdida de empleos que sufre la ciudad ya había sido denunciada en declaraciones a Info BLANCO SOBRE NEGRO por el legislador (MC) Darío Golia.

“La revolución de la alegría”, el slogan de Cambiemos durante la campaña presidencial del 2015, lejos está de describir la realidad económica y social de Chacabuco, ciudad acechada desde hace tiempo por los despidos, las suspensiones de empleados y el cierre de empresas y comercios.

Las palabras del intendente oficialista, Victor Aiola, durante la conferencia de prensa de hoy, en la que anunció la suspensión de la Fiesta Nacional del Maíz, aseveran lo que manifestó el jefe comunal: “No hay nada que festejar”.

El plan de reestructuración de la compañía agropecuaria Ingredion, que comenzó meses atrás como respuesta a los tarifazos en la luz y el gas y a la caída en sus ventas, alcanzó su cenit la semana pasada cuando anunciaron cerca de 100 despidos.

Los obreros, apoyados por el gremio de refinerías, montaron dos carpas: una a la entrada de la empresa y otra frente a la Municipalidad, donde solicitaron respuestas oficiales.

En ese contexto conflictivo, esta mañana, el intendente de Cambiemos Víctor Aiola anunció en conferencia de prensa la suspensión por tiempo indeterminado de la popular Fiesta Nacional del Maíz, que se realiza anualmente en el mes de mayo: “No hay nada que festejar”, sostuvo el mandatario, que llegó a la intendencia en diciembre de 2015.

La cuadragésima fiesta, que iba a realizarse desde el 11 al 14 mayo, fue presentada hace pocos días en la Casa de la Provincia de Buenos Aires en Capital Federal por Aiola y funcionarios municipales. Estuvieron, también, entre otros los ministros Leonardo Sarquis y Jorge Elustondo, de Agroindustria y de Ciencia, Tecnología e Innovación, respectivamente.

En declaraciones a este portal, el ex intendente Darío Golia había advertido tiempo atrás sobre la vulnerabilidad económica y social de la ciudad ubicada a la vera de la Ruta Nacional 7: “En un año y medio se perdieron más de 500 puestos de trabajo directos. En un distrito agropecuario como el nuestro, cerró Nidera y despidió a 85 empleados, mientras que Semilleros Don Mario, Ingredion y Molinos Chacabuco están reestructurándose con despidos de personal”.

Golia, quien gobernó entre 2003 y 2011 la ciudad, también explicó: “Esto es de una gravedad enorme para la economía local. Los despedidos de planta en Ingredion tenían sueldos muy importantes, que rondan los 35 mil pesos y esto repercute negativamente en el comercio de Chacabuco”.

Cuando la semana pasada estalló el problema en Ingredion, las redes sociales sirvieron de catarsis para varios chacabuquenses. No solamente reclamaron la intervención del Municipio en el conflicto sino que también demandaron la suspensión de la fiesta, en apoyo a todos los vecinos que en los últimos tiempos perdieron sus empleos.