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Información General | 22 may 2017

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Sanguinetti analizó el problema de la violencia escolar luego del ataque de una madre a una docente

El concejal y especialista en Educación, Luciano Sanguinetti , se refirió a la situación que atraviesa el sistema educativo en relación a las normas de comportamiento, las violencia escolar y la seguridad de los docentes. El debate tomó fuerza luego de que una maestra sufrió agresiones de la madre de un alumno. Fue en la Escuela Nº 46 de la localidad de El Talar, partido de Tigre. La agresora podría recibir una pena de hasta 30 días de arresto.


“El video que se viralizó esta semana en donde una mamá insulta violentamente a una maestra pone sobre el tapete uno de los problemas graves que vive la educación en Argentina y en el mundo: la violencia. Una violencia que se manifiesta a través de formas distintas: acoso escolar o Bullying (cuando esta violencia es entre pares), ataques vandálicos recurrentes en las escuelas (más de 33 casos en La Plata en el año 2016), robo de mochilas o celulares a la salida de las escuelas o, como en este caso, la agresión de madres o padres a los docentes y profesores”, expresó Sanguinetti.

Luego señaló: “Como se desprende de los focus group en la investigación que venimos haciendo sobre Familias y Escuela en el Observatorio de Calidad Educativa, la violencia que vive la sociedad ha ingresado en la escuela. Y familias y docentes reconocen que no están preparados para enfrentarla”.

Según Sanguinetti, “tenemos que partir de una primera evidencia: ser docente hoy no es lo mismo que hace treinta años o cuarenta años. Hoy vivimos un país cuya desigualdad estructural creció significativamente. Más del 48 % de los niños en edad escolar, como lo informa el INDEC, son pobres. Muchos de esos niños y jóvenes van a la escuela para aprender, pero también por un plato de comida. Cerca de 1.500.000 jóvenes y niños comen en las escuelas del Conurbano y un porcentaje importante de esos niños y jóvenes viven en un contexto de violencia que se ha naturalizado, como lo prueba la investigación de Carlos Auyero y María Fernanda Berti, La violencia en los márgenes, a pesar del aumento exponencial de la tasa de criminalidad de las últimas décadas”.

También hizo referencia a un problema grave: “El fenómeno creciente de la drogodependencia impacta sobre las escuelas”. Sobre el tema advirtió: “Como informa el último trabajo del Observatorio de la Deuda Social, el consumo de drogas y alcohol golpea cada vez más a los más jóvenes. Basta un solo dato: el 55 % de los jóvenes del Conurbano dice conocer que un vecino vende drogas en su barrio. Como comentan los docentes en los focus group: los nuevos estudiantes secundarios viven una euforia de fin del mundo, una suerte de epifanía inconformista que explota en rituales nuevos como el UPD (el último primer día) en el que los alumnos que terminan el ciclo festejan, en una suerte de jornada postapocalíptica, el último año de estudios”.

“Son pocos los protocolos para intervenir ante esta nueva situación. Pero insisto, no es un problema sólo argentino. Finlandia, hace varios años que detectó problemas similares e impulsó un largo trabajo para disminuirlo que concluyó en el exitoso programa KIVA. El plan finlandés para intervenir sobre el Bullying está probado en el mundo, más de 15 países de la Comunidad Europea lo vienen desarrollando, y hace pocos meses ha llegado a la Argentina. Es bueno que organizaciones como el CETECO en La Plata estén avanzando, formándose y articulando experiencias y capacitación en este campo. Pero todavía son movimientos espasmódicos”, explicó.

Sobre los robos y el vandalismo, “es poco y nada lo que se ha avanzado para establecer programas de seguridad escolar en las inmediaciones de las escuelas (muchas ordenanzas de similar formato duermen en los concejos deliberantes de la provincia), establecer corredores seguros para los niños y las familias en los accesos a las escuelas, y son escasos (Tigre fue el primero) los municipios que impulsaron la asignación de botones antipánico a docentes y escolares”, explicó el concejal y espacialista en Educación.

Y detalló: “Muy pocas escuelas tienen cámaras de vigilancia en las cercanías y es nula la capacitación de las fuerzas de seguridad para trabajar con niños y adolescentes. Basta mencionar la represión producida en las inmediaciones del municipio de Berisso sobre una marcha de estudiantes secundarios que reclamaban por el Fondo Educativo”.

“Volvamos a señalarlo, la violencia de la sociedad ya entró en la escuela. Si no queremos verlo estamos peor de lo que creemos”, concluyó Sanguinetti..

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