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La inflación, definida técnicamente como el aumento general y sostenido de los precios en una economía, y popularmente conocida como el “impuesto de los pobres”, reduce el poder adquisitivo del dinero; es decir, la capacidad de compra de bienes y servicios.

La canasta básica total (CBT), compuesta por la canasta básica alimentaria (CBA) y los bienes y servicios no alimentarios, aumentó en abril un 2,91 por ciento respecto a marzo, según los datos publicados recientemente por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Por su parte, el organismo que conduce Jorge Todesca también explicitó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un alza de un 2,6 por ciento en abril respecto al mes anterior.

En ese marco, los comedores escolares bonaerenses, que tienen un menú de nutrientes establecido, tienen cada vez más dificultades para proveer las raciones diarias, dado los costos ascendentes de los alimentos.

El municipio de Henderson, gobernado desde diciembre de 2015 por Jorge Cortes (FPV), decidió utilizar la huerta estatal para complementar con frutas y verduras a las instituciones educativas locales, que ofrecen el servicio alimentario escolar.

“ Algunos comedores nos indicaron que la plata no les alcanza para comprar aquellos alimentos que deben darse en función de los nutrientes. El dinero que nos envía la Provincia no nos alcanza , entonces decidimos pedirle un complemento de pastas, verduras y frutas al municipio”, declaró a Info BLANCO SOBRE NEGRO Claudia Zara, presidenta del Consejo Escolar.

Según la funcionaria, gracias a un convenio firmado con el Jefe Comunal Cortes y con Flavio Suros, secretario de Producción, se puso a disposición la huerta municipal para proveer de verduras a dos de los tres comedores escolares que están funcionando en Henderson: “Hasta el 2015 aproximadamente, fuimos cerrando comedores que había en las escuelas primarias gracias a que los chicos podían comer en sus casas. Sólo conservamos tres en funcionamientos. En los otros, seguimos con la copa de leche. Había disminuido Considerablemente la cantidad de asistentes”, aclaró Zara.

El Centro Educativo Complementario, la Escuela Especial y la secundaria agraria son las tres instituciones con comedores escolares. De acuerdo al menú exigido desde Provincia, los asistentes deben comer como mínimo tres veces a la semana carne, pero el incremento de la matricula y de los costos alimentarios dificultan el armado de la dieta.

“En un año, la demanda de matrícula en el Centro Educativo Complementario, por ejemplo, aumentó en un 50 por ciento. El año pasado nos daban 9 pesos por chico y ahora 16,40 pesos pero no nos alcanza”, explicó la consejera escolar, quien además, detalló que el Municipio está proveyendo, también, pastas y frutas .

Zara también destacó que muchas veces el dinero correspondiente para el sostenimiento de los comedores no llega como debería: “Nosotros enviamos mensualmente las planillas con los chicos que asisten, pero muchas desde Provincia nos recortan la matricula”, explicó la funcionaria, que se resiste a perder los logros alcanzados durante los últimos años: “Queremos a los chicos comiendo en sus casas, integrados a su familia, y no en un comedor escolar”, puntualizó.