viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº -1969

Información General | 3 jun 2017

Noroeste bonaerense

Pablo Micheli en un rol poco conocido: lucha contra el avance del agua en su pago chico

Por Juan José Pfeifauf - @JosePfeifauf (Exclusivo para Info BLANCO SOBRE NEGRO)


Radicado desde hace unos años en Junín, el titular de la CTA tomó por estas horas un rol protagónico ante las inundaciones en la ciudad gobernada por Pablo Petrecca (Cambiemos).

Organizó asambleas vecinales, denunció canales clandestinos y exigió la intervención del Gobierno Nacional: “Muchos pueblos están a punto de desaparecer. La Laguna de Gómez es una bomba de tiempo y el intendente no brinda información a los vecinos”, recalcó el gremialista.

Las copiosas y continuas lluvias que azotaron a gran parte del país durante los últimos seis meses, y que han dejado como consecuencia 17 provincias inundadas y 26 distritos bonaerenses declarados en emergencia hídrica, no sólo evidenciaron la falta de coordinación entre los entes nacionales y los de las provincias en torno al manejo del agua. También develó la incapacidad y negligencia de algunos funcionarios locales en la prevención y ejecución de los planes de contingencia ante los evacuados.

Alertados por el avance de la gran masa de agua que baja desde el noroeste hacia Junín, y prisioneros de las nefastas imágenes que acompañan el trágico proceso, un grupo de campesinos, dirigentes barriales y vecinos autoconvocados decidieron denunciar el accionar parsimonioso de las autoridades locales y exigir respuestas urgentes a la Gobernadora María Eugenia Vidal y al Presidente Mauricio Macri.

Pablo Micheli, el hombre que resistió las políticas neoliberales durante los años 1990, ahora es uno de los vecinos juninenses que intenta evitar la inundación del casco urbano.

¿Por qué decidieron movilizarse y realizar asambleas? ¿Está en peligro Junín?

Pablo Micheli: Es muy triste la situación que se vive en la ciudad y en los pueblos de alrededor. Laplacette, especialmente, está a punto de desaparecer. Es un poblado que conozco desde chico. Siempre estuvo rodeado de campo y de vacas pero ahora de lagunas. Hace 10 días que no llueve pero continúa ingresando agua a la zona. La Laguna de Gómez está saturada y es muy peligroso, porque si llegara a llover demasiado, en pocas horas, gran parte de Junín quedaría bajo el agua.

¿Las autoridades han tardado en gravitar sobre el problema?

El intendente tiene desinformada a la población. No se conoce si tiene plan de contingencia por inundaciones y sólo han decretado la emergencia hídrica, lo que implica solamente no cobrarle impuestos a los afectados. Creo que (Petrecca) es el Presidente de la Cuenca del Rio Salado y no tiene ni a un ingeniero hidráulico al lado que lo asesore. El Gobierno Provincial está con la cabeza puesta en el proceso electoral. Pone todo el esfuerzo y toda la capacidad operativa en construir la autopista de la Ruta 7, que es algo muy importante y necesario, pero de que nos va a servir si llegamos a quedar bajo el agua.

(Desde hace un mes y medio, aproximadamente, la popular Laguna de Gómez, ubicada a 10 kilómetros del centro de la ciudad, con una superficie de 200 hectáreas, dejó de ser noticia exclusiva por su peculiar atractivo turístico. La pesca del pejerrey; el camping municipal y sus bungalos; la posibilidad de practicar wind surf, esquí acuático, motonáutica, caminatas o paseos en bicicleta y cuatriciclos, quedaron marginados en los medios periodísticos ante el temor vecinal de que la laguna desborde y afecte a cientos de familias).

Conocedor como pocos de los vaivenes de la Laguna de Gómez, Pablo Micheli, cuyo padre fue cantinero en el lugar, asegura: “Actualmente, tiene un nivel muy alto; si no le bajan como mínimo un metro, cuando ingrese un poco más de agua, la misma revienta. La laguna es una bomba de tiempo”, declaró el titular de la CTA.

El sindicalista del agua

Hijo de un militante del Partido Comunista, Pablo Micheli nació en la localidad de Ferré, en General Arenales. A los ocho años se mudó con su familia a Junín donde desarrolló sus estudios primarios y secundarios. En la última dictadura militar, su padre, que era comerciante en la Laguna de Gómez, fue secuestrado durante unos meses y al quedar en libertad se encontró con que le habían expropiado la cantina.

Luego de estar radicado varios años en Buenos Aires, en donde cursó materias en Ingenieria y se erigió en uno de los sindicalistas más importantes, Micheli decidió volverse al pago chico, luego de sufrir un robo violento en Lanús.

Instalado con su familia en La Rufinita, un barrio ubicado a las afueras de la ciudad, delimitado por las rutas 7 y 65, el sindicalista desea que esta vez el destino sea piadoso con los lugareños.

Dónde usted vive, ¿llegó el agua alguna vez?

*Sí, durante las inundaciones del año 2000 -2001. A mi casa, que perteneció a mi padre, no llegó el agua porque está ubicada en un lugar alto, donde él tenía sus caballos. Igual, eso no quita que no me preocupe por mis vecinos que sí se inundaron.

¿Qué deberían hacer las autoridades para evitar una catástrofe ahora?

Como toda esta situación se ha desbordado, debe intervenir en forma urgente el Gobierno Nacional. Hay canales clandestinos en la zona de General Pintos y Ameghino. Toda esa masa de agua llega a Junín por pendiente. Los chacareros abren canales cuando hay aguas en sus campos y casi todos desembocan en la Laguna de Gómez.

Pablo Micheli, se formó en la vida sindical junto Germán Abdala y Víctor De Gennaro y fue uno de los fundadores de la CTA en los años 1990. Hoy no sólo lucha contra las medidas económicas del presidente Mauricio Macri. Desde La Rufinita, su lugar en el mundo, también, denuncia lagunas sobrecargadas, canales clandestinos y la apertura de compuertas aguas arribas, las que perjudican indefectiblemente a la Laguna de Gómez. Sin parpadear, afirma: “Si no hacen algo ya, gran parte de Junín está a punto de inundarse”.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias