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Información General | 5 jun 2017

El joven tiene varios antecedentes

Violencia en un boliche La Plata: le pegó una trompada a una chica porque le dijo que no quería bailar

Una chica denunció a un joven que en el boliche Mute (13 y 47) le pegó una trompada en la cara porque se negó a bailar con él. Después de relatar lo que le pasó en Facebook, otras mujeres se contactaron con ella para contarle que el agresor tiene varios antecedentes de violencia de género.


Stefanía Di Santo contó en sus redes sociales el terrible episodio que debió vivir el viernes a la noche en el boliche Mute de 13 y 47, cuando un joven al que no conocía le pegó en una piña en la cara porque ella no quería bailar. La víctima de la agresión realizó una denuncia penal y contó lo que le pasó en Facebook.

Después de viralizarse el relato en las redes sociales, tuvo más de 11 mil compartidos en Facebook, otras chicas se contactaron con Stefanía para contarle que este joven tiene serios antecedentes de violencia contra las mujeres.

El relato de Stefanía:

El viernes a la noche salí con una amiga a Mute en 13 y 47. Eran más o menos las 4 de la madrugada, estábamos bailando y se nos acerca un chico, la saca a bailar a mi amiga, le dice que no, me agarra de la mano a mi, le digo que no también.

Al rato vuelve y me agarra de la cintura, ya con otro tono de voz le digo que se vaya, que ya le dijimos que no queríamos bailar las dos. Como nuestro “no” al muchacho le importó tres carajos, volvió y la agarro a mi amiga, también por la cintura.

Ya para esto, estábamos las dos bastante podridas, ella lo saco y yo le dije “flaco tomatelas, ya te dijimos que no queremos bailar con vos” y le pongo el brazo agarrando a mi amiga del hombro, para que no se vuelva a meter entre nosotras. El pibe atrás mío me empieza a decir “a pero esta es una loca de mierda, te haces la linda y sos horrible, no sé que te pensás que sos” porque claro, en la cabeza del pibe, el nos puede molestar todo lo que quiera que yo no puedo reaccionar, claro, si somos dos chicas que salimos, bailando solas, nos encanta que venga un completo extraño a agarrarnos por la espalda.

Ignoramos todas las cosas que decía atrás mío, pero no se conformó, me agarro del brazo otra vez, ya enojada, me di vuelta y lo empuje gritandole “déjame de romper las pelotas”, me doy vuelta y se acerca y me dice sos una loca de mierda y me empuja, despacio, pero provocando, la espalda.

Me volví a dar vuelta lo empuje otra vez diciéndole que no moleste, que mierda le pasaba, que se las tome. La respuesta del chico fue pegarme una piña. Una sola, porque con esa ya me dejo sentada en el piso agarrandome la cara. Mi amiga me contó que no solo fue una trompada, previo a que me encaje esa, me tiró 2 piñas que no llegaron a tocarme.

Gracias a que los chicos que presenciaron el hecho nos separaron y llamaron a los de seguridad, pudieron identificarlo y frenarlo en la entrada. En ese momento se nos acercó el encargado que también nos dio una mano grande, llevo a mi amiga a Identificarlo, el estaba en la puerta quejándose y diciendo que no entendía porque lo sacaron del boliche.

En ese momento llame a mi hermano para que nos acompañe y mientras esperábamos, un abogado que estaba en el lugar nos recomendó hacer la denuncia, por lo cual, el encargado llamó a la policía y nos acompañó hasta la comisaría 1ra de la plata. Cabe destacar la ayuda que nos brindaron tanto la gente que estaba en el lugar, como el encargado y los de seguridad que me asistieron con hielo y nunca nos dejaron solas.

Ya el sábado a la tarde, después de hacer la denuncia y dormir unas pocas horas, me fui a la guardia a hacerme placas y al oftalmólogo a verme el ojo, por suerte, no tengo nada más que el golpe y unas pequeñas úlceras superficiales en el ojo, nada grave.

Es horrible pensar que me tengo que conformar con ese “por suerte no me pasó nada grave” pero es lo único que puedo hacer, mientras perdía toda mi tarde de guardia en guardia, pensaba y me imaginaba que el loco ya estaba en su casa tomando mate tranquilo. Les pido que compartan esta publicación principalmente para que este chico, que se llama Samuel Ariel Marcozzi, no pueda volver a ingresar a otros lugares así, porque por el simple hecho de que una mujer le diga que no, empiece a insultar y termine reaccionando con violencia.

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