Se trata del geriátrico “El Sol”, ubicado en la calle 122 y 91, donde según datos recogidos por ATSA , a fines de abril último (luego de mencionar supuestos problemas financieros) el dueño se alejó sin dar mayores explicaciones. Dejó a los siete trabajadores que prestaban servicios en el lugar, y no brindó ninguna explicación a los familiares de los 12 adultos mayores que se encontraban con residencia temporal .

De acuerdo con lo que expresaron los empleados, los problemas habrían comenzado a mediados de 2016, por algunos retrasos en el pago de salarios, hasta que el 25 de abril de este año el propietario decidió “desaparecer”.

A partir de dicha “acefalía” empresaria, ATSA requirió en dos ocasiones la intervención de las carteras laborales Nacional y Provincial para verificar la situación de los empleados y también solicitó una fiscalización sanitaria al ministerio de Salud bonaerense en resguardo de los/las abuelos.

Hasta la fecha, en el sede gremial no se recibieron los descargos que el propietario había acordado presentar. “No obstante ATSA continúa con un seguimiento permanente de la situación”, informó el sindicato.

“Estamos preocupados y también alertas ante un problema de mucha importancia, porque no sólo afecta fuentes laborales sino también a personas que confiaron en un establecimiento para el cuidado de nuestros mayores. Vamos a intervenir con todos los recursos necesarios para poder encontrar una solución” aseguró el secretario general de ATSA-La Plata y prosecretario de Finanzas de la FATSA, Pedro Borgini.

El gremio de la sanidad viene además apoyando a Mónica Carballeda y Patricia de La Canal, dos trabajadores que por decisión personal y de manera solidaria mantienen la asistencia a las personas que continúan alojadas en “El Sol”.