jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº -1940

Información General | 22 jun 2017

Elecciones 2017

A dos días del cierre de listas para las PASO, en el cristinismo platense la "Unidad" es un camino pedregoso

El sábado a la noche (cuando sean los 12 horas, es decir, a medianoche) vence el plazo para presentar listas en todo el país. El Frente Ciudadano tiene dos polos que sostienen la campaña de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Los une "la unidad"* , una redundancia nunca más apropiada. Pero por ahora están más cerca de ir a internas que de sellar una lista única.


En pocas palabras, podría decirse que un sector tiene como referencia y eje aglutinante al PJ local (y a Gabriel Bruera como actor principal). Y el otro, a La Cámpora (y a la concejala Florencia Saintout como referente).

Provienen de tradiciones distintas y ambos espacios tienen diferentes perfiles. Abundar en detalles sobre esta cuestión sería una perogrullada que mejor evitar por razones prácticas.

La novedad en esta etapa quizá sea la conformación de la red que se congregó ayer en el acto de presentación del “Acuerdo programático por una ciudad para todos”. Con Bruera a la cabeza, unas cincuenta agrupaciones estuvieron representadas en la firma de un acta que aborda distintos aspectos que hacen a la vida cotidiana de la Ciudad. El lenguaje partidista y orientado a la pequeña comunidad política local fue prolijamente excluido, y merced a ello quedó plasmado un texto amplio y bastante llano.

La contraparte de la “Unidad” cristinista tiene como columna vertebral a La Cámpora. Luego del acto que el martes realizaron los acólitos de la ex presidenta, y apalancados por el buen resultado de la convocatoria, ahora la corriente de Máximo Kirchner “siente que tiene la espada de Bolívar” (como llegó a decir un referente de la Tercera Sección) , y que los votos “son de la Jefa”. Ergo, si son de Ella, son de los preferidos de ella, razonan.

En ese contexto, ambos espacios entablaron contactos desde que comenzó a debatirse la interna peronista, allá lejos y hace tiempo. Pero nunca estuvieron tan apurados por el reloj a la hora de dialogar. Es cierre de listas, ya no hay tiempo para las promesas.

Hay dos problemas centrales en esta discusión: una cosa es hablar de que hay que construir la “Unidad”, y la otra es encontrar el principal insumo para construirla, que es la elaboración de una estrategia que contemple a todos e integre a los nombres y apellidos que representan a cada sector en una sóla nómina. Y el otro asunto, ligado al anterior, es el clima político post-Avellaneda.

Muchas lecturas se pueden hacer del acto que tuvo lugar en el Estadio de Arsenal de Sarandí, pero la del camporismo es una sóla: “Cristina Vuelve”, y la tradición de CFK y de su agrupación estrella es una sóla desde siempre: “Nosotros somos Cristina”.

En ese clima el acuedo que necesitan para evitar las PASO parece embarrarse, porque en un lado (el sector de Bruera) hay mucha presencia territorial y una amplia red de organizaciones y gremios , pero su contraparte, La Cámpora, tiene el teléfono rojo de Cristina.

Además, claro está, no debe subestimarse la existencia de un importante número de militantes (sobre todo de la UNLP y de sectores medios) que son incondicionales a “lo que haya que hacer”. Ergo: el PJ tiene movimiento, y La Cámpora, unidad monolítica.

Si en las próximas 48 horas no hay acuerdo, los platenses serán testigos de esos dos estilos de construcción hacia el interior del peronismo, y de una interna que promete ser intensa. Allí nadie se acordará de Randazzo, ni de Macri, ni de Massa.

Los viejos sucios y feos del conurbano, que tiempo atrás eran potenciales traidores (categoría usada hasta el paroxismo en el peronismo en general, borracho de orfandad y tibio para renovar su liderazgo) ahora son los invitados a la “Unidad”. En todos los distritos de la Provincia de Buenos Aires, por estas horas, se repiten extensas reuniones en las que sobran las tachas, los vetos y las amenazas. Y ni hablar de las encuestas manoseadas que ya son costumbre entre la pálida dirigencia política que supimos conseguir.

Faltan dos días de fragorosa batalla por dirimir la “Unidad” en los distritos, que para muchos es lo que más vale en la contienda que viene. El proyecto es la unidad, y el candidato es el proyecto. Hay que vencer a Macri, eso es lo principal. Cristina es la síntesis de la oposición a Macri

Ese versículo de La Biblia Para Todos que circula en el panperonismo (es decir, el que va dividido una vez más, desde 2013) cuando sale del papel y pisa un metro cuadrado de realidad se hace añicos.

Los gestos de grandeza y los baños de humildad no se ven en el corto plazo. Nadie le compararía un auto usado al de al lado. El escenario es el de dos trenes que van rápido hacia el mismo lugar, pero de frente.

Por estas horas, cada sector elabora el “Plan B”, es decir, la nómina que presentará en caso de no lograrse la “Unidad”. Si nadie pone el pie en el freno, la colisión quizá sea el centro de la atención de las próximas (y probablemente la últimas de la viboreante historia argentina) primarias abiertas, simultáneas y obligatorias en la ciudad de La Plata.

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