Pero en este país la justicia es más justa para unos que para otros. El ex mandatario que está condenado a siete años de prisión por el tráfico de armas a Croacia y Ecuador solictó viajar a Punta del Este, un privilegio del que no dispone, que se sepa, ningún otro detenido.

El Tribunal Oral de feria judicial hizo lugar a la solicitud de Menem contra la opinión del fiscal Marcelo Agüero Vera, para quien la condena contra Menem no está firme y por lo tanto existe riesgo de fuga.

Recordemos que Menem no está acusado de robar un auto. La venta ilegal de armas fue de 6500 toneladas que entre 1991 y 1994 se traficaron hacia Croacia y Ecuador y que tenían como destino ficticio Panamá y Venezuela.

Es claro que, a su edad, difícilmente el ex socio de Domingo Cavallo durante los 90 vaya a profugarse. Aunque todo es posible: la vida de Menem está rodeada de misterios que, más que una película, servirían para una larga serie de televisión.

Nunca se aclararon los atentados contra la Embajada israelí ni contra la AMIA, la muerte de su hijo, numerosas causas penales en las que hubo testigos muertos misteriosamente (causa IBM-Banco Nación, por ejemplo), y muchísimos capítulos más de una gestión respaldada por una Corte Suprema hecha a su medida.

Año tras año se les prohíbe a miles de detenidos visitar a sus familias, ya sea para asistir al cumpleaños de algún familiar, pasar las fiestas, o entregar un abrazo a algún ser querido. Pero Menem se va a tomar sol a Punta del Este. Curiosa forma de cumplir una condena tan grave como la que lo tiene como principal responsable.