viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº -1941

Información General | 19 ago 2017

El tren eléctrico no para

Padres de un colegio de Pereyra reclaman un puente peatonal “antes de que suceda una tragedia”

En la estación Pereyra la construcción de los andenes está totalmente parada por lo que el tren eléctrico que llega hasta City Bell sigue de largo. Los padres de casi mil chicos que asisten a diario al Instituto María Teresa reclaman que se construya un paso peatonal seguro y advierten que el cruce resulta muy peligroso, lo que se agrava porque ahora el tren no para.


“La estación Pereyra quedó en el olvido, el tren pasa pero no para. Desde que hubo problemas entre dos seccionales de la UOCRA la construcción de los andenes quedó totalmente parada”, explicó a Info BLANCO SOBRE NEGRO Sergio Scola, padre de dos alumnos del Instituto María Teresa.

Con la puesta en marcha del tren eléctrico hasta City Bell se desató un fuerte conflicto vecinal en Hudson y en Pereyra ya que estas dos estaciones quedaron sin andenes provisorios por lo que el tren no paraba. En la segunda localidad la obra está totalmente paralizada por lo que siguen viendo a las formaciones pasar.

“Como no hay parada, primero pusieron personal en los pasos peatonales para indicar cuándo venía el tren. Los trenes son silenciosos y el que viene desde el lado de La Plata entra a la estación doblando de una curva. A la mañana, cuando hay niebla directamente no se ve cuando viene el tren”, explicó Scola.

Y detalló: “Primero había cuatro personas para avisar sobre el paso del tren, después quedaron dos y después de las vacaciones de invierno ya no quedó nadie. Los vecinos hicieron reclamos pero de a poco lograron que la gente se resigne”.

Por este mismo problema, otro padre había solicitado una medida cautelar para que se suspendiera el paso del tren hasta que se construya un cruce seguro pero solo consiguió una resolución del juez federal de Quilmes Luis Armella que pidió información respecto a las obras proyectadas.

La escuela tiene los tres niveles educativos y asisten casi mil chicos a diario. “Los más chicos van acompañados por los padres pero los más grandes van solos en el micro que reemplaza al servicio del tren”, aseguró el padre de una alumna de tercer grado y un estudiante de segundo año. “En un descuido vamos a lamentar una tragedia. Parece que están esperando que pase algo para escucharnos”, sentenció.

“Una mamá me comentó que vio a un tren parar porque había muchos chicos para cruzar, pero no podemos depender del maquinista que también debe tener temor de pasar por el lugar”, concluyó.

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