La altísimas temperaturas que se registraron en el país durante las últimas semanas hicieron que algunos medios se acordaran de los animales enjaulados en los distintos zoológicos del país.

Recordemos que en Nochebuena de 2012, en una jornada con sensación térmica cercana a los 50 grados, el oso Winner, en su cautiverio en de la ciudad de Buenos Aires, presentaba un cuadro de hipertermia, por lo que la guardia de feriados llamó a veterinarios del lugar, pero cuando llegaron el animal había muerto. Lo mataron el calor y los responsables de cuidarlo.

“Si bien hay animales que están adaptados a las altas temperaturas, la mayoría no y por eso extremamos medidas de prevención”., explicó el director del Zoológico de La Plata, Diego Balducchi en declaraciones a Radio La Plata este fin de semana pasado.

El profesional aclaró que en el paseo del bosque platense “no hay especies del Ártico”, y que por eso hay más tranquilidad que en otros zoológicos.

“Sí hay animales que por más que no estén adaptados a altas temperaturas se enfrentan con este clima con tanta humedad y genera mucha deshidratación”, aclaró.

Agreguemos que en invierno el problema se invierte: a cada ola de frío, estos animales genéticamente preparados para habitar regiones cálidas o templadas, deben soportar temperaturas bajo cero, en algunas ocasiones.

La pregunta que muchos platenses se hacen es: ¿vale la pena tener animales en cautiverio en condiciones no ideales, en un paseo recreativo muy venido a menos, que no genera ingresos a la comuna, y que ocupa un lugar importante que podría utilizarse para que la gente aproveche más del entorno natural?