sábado 27 de abril de 2024 - Edición Nº -1970

Información General | 8 ene 2014

Tradición regional

Ensenada reconoció a los mejores muñecos de fin de año, un invento de un ensenadense en 1956

Los ahora llamados "Momos" por diferentes medios de comunicación de la región, son una bella expresión del trabajo en comunidad, solidario y que fortalece las relaciones sociales en épocas de fiestas de fin de año. En Ensenada hubo muñecos de gran porte, que el municipio reconoció para estimular esa sana costumbre que nos distingue con un rasgo pintorezco que llama la atención en todo el país.


Por esa razón, desde la Secretaría Municipal de Obras Públicas de la Municipalidad de Ensenada se dio a conocer la lista de ganadores del “Concurso de Muñecos de Fin de Año”.

A continuación se detalla el listado con las categorías correspondientes:

Categoría Infantil

1° Pingüino Happy Feet, ubicado en Perú y Guemes
2° Angry Birds, ubicado en Eva perón e Ingrassia

Categoría Grupal Barrial

1° Los Picapiedras, ubicado en Perú y San Martín
2° El Gorila, ubicado en Punta Lara // Phineas y Ferb, ubicado en La Merced y Bolivia

Categoría Premiados

1° Río, ubicado en Perú y Aristóbulo del Valle
2° El Chavo del 8 y Don Ramón, ubicado en Leandro Alem y Contarelli

Cabe destacar que, todos los ganadores recibirán premios económicos cuya suma se entregará a los responsables de cada muñeco, para de esa manera garantizar la transparencia con la que se entregan dichos galardones o reconocimientos.

Según dicen los historiadores, la tradición nació en el año 1956 en la puerta del almacén y bar de 10 y 40, de don Luis Tortora, para homenajear precisamente, un jugador de Cambaceres.

“El culpable es don Luis, mi viejo. El inventó todo esto allá por 1951 para homenajear a fin de año a un jugador de Cambaceres, club del que era presidente. Yo entonces tenía unos 10 años y el muñeco se levantó en la puerta del almacén y bar Los Obreros”, confesaba Roberto Tortora, que se mudó a La Plata, en 1999.

Era un payaso con el letrero “Cambaceres campeón 1956”. Luego la costumbre se extendió en toda la zona.

Así que, entonces, la tradición cuyas imágenes recorren el mundo año tras año, surgió de la idea de un ensenadense que, encima, presidía una institución tan importante para la Ciudad.

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