Ante la proliferación de las picadas clandestinas, el Municipio realizará operativos especiales en las entradas del Paseo del Bosque con la intención de alejar a los automovilistas y motoqueros que no tienen habilitado un lugar para practicar en condiciones seguras y legales esa disciplina. Los sábados, en gran parte el predio estará cerrado para el paso vehículos.

Hace años que corredores aficionados vienen reclamando que se abra el autódromo Mouras para alojar este tipo de competencias. Sin embargo, la Municipalidad sigue apostando a la prohibición para erradicar una disciplina que crece en todo el mundo. A partir de las reiteradas denuncias de los vecinos cansados de los ruidos y el peligro que conllevan las carreras sin ningún marco de seguridad, las autoridades locales habrían resuelto complementar los operativos de fiscalización habituales con el cierre de la avenida Iraola a la altura de la plaza Almirante Brown.

Allí, cada sábado a la noche y hasta el amanecer, se apostará personal policial con la misión de vedar el paso a todo vehículo con motor. De esta manera, este circuito de picadas que tiene su eje en la avenida Iraola, desde la plaza Brown hasta el monumento a Mitre quedaría vedado, pero no la posibilidad de encontrar otro alternativo en cualquier parte de la ciudad, aumentando los peligros para los ciudadanos.

El retén de las fuerzas de seguridad también dejará sin circulación vehicular la avenida Centenario y la calle 120 entre 52 y 60, en su tramo paralelo a las vías que actualmente utiliza el Tren Universitario. El secretario de Control Urbano Gustavo Luzardo consideró que la presencia de las fuerzas de seguridad “tiene un poder disuasivo que ya venimos observando, porque los infractores por motos o autos robados, adulterados o dobles ya no se enfrentan con una posible contravención sino con una causa penal.

Hace menos de un mes, un grupo de aficionados realizó una cena comunitaria con vecinos afectados por las picadas clandestinas para pedir que habiliten un espacio donde estas competencias sean legales.

Otra de las posibilidades, si es que no se quiere abrir el Mouras, sería la realización de una pista en un terreno lindero con el Aeropuerto, ubicado en 616 y 16. El “picódromo” propuesto por este grupo de corredores aficionados sería recto, con una extensión de 450 metros.