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Información General | 24 sep 2017

El Fondo de Infraestructura Municipal en la l

El Presupuesto bonaerense 2018 se instaló en la Legislatura y abre una grieta en Unidad Ciudadana

Sobre finales de 2015, en el debate sobre el Presupuesto provincial (destinado al período 2016) se rompió el bloque del Frente para la Victoria (FpV), que quedó dividido entre un sector liderado por Walter Abarca, y otro más afín a La Cámpora, que todavía era dirigido por José Ottavis. En 2016 se repitó el debate y siguieron los caminos divergentes. Ahora, pese a la conformación de Unidad Ciudadana, y a la integración de listas en común, otra vez el cristinismo puede votar dividido. Qué está en juego y qué quiere Cambiemos.


El Fondo de Infraestructura Municipal fue incorporado por Decreto en la ley de presupuesto provincial durante los ejercicios 2016 y 2017. Un proyecto que debatirá la Legislatura en las próximas semanas pretende darle rango de Ley a la norma: quieren que la inmensa masa de recursos de los que dispone el Fondo, como lo dispone la normativa que lo creó, llegue “por goteo” a los municipios. Pero que efectivamente llegue.

Ese goteo fue parte de lo que reclamaron los intendentes del FPV que, a través de los legisladores que los representan, aportaron los votos que María Eugenia Vidal necesitaba para lograr su sanción.

Todos quieren cortar cintas. Los jefes comunales administran gigantes estructuras administrativas y gobiernan distritos muy populosos. La obra pública, se sabe, es la mejor vidriera para cualquier dirigente político, y en un contexto de caída general de la recaudación en los municipios, fondos son amores.

Cuando se resolvió que una partte de la recaudación se “compartiera” entre la Provincia y los intendentes, hubo debate en el seno del kirchnerismo legislativo. Los “sin tierra” se pintaron la cara y presentaron batalla: resistiremos, dijeron.

Pero los intendentes tienen algo más que hacer que meramente resistir, que es gobernar. La tensión derivó en la conformación de dos bloques. Ottavis, ya en evidente declive emocional y político, hundió en un fuerte desconcierto a los diputados que representaba. Y emergió con fuerza la bancada de los intendentes, más numerosa, pero además más representativa en términos electorales. Ellos votaron afirmativo, y hubo Presupuesto, y con ello, también se comenzó a implementar el Fondo de Infraestructura Municipal.

Se repitió el mismo escenario en 2016, con el bloque partido: para el ejercicio 2017 votaron deuda a cambio de 8.500 millones de pesos, que se repartirían también por goteo, sin que tuviera que mediar la buena voluntad de la Gobernadora para asignar cada partida.

Ahora, el sector de diputados y senadores bonaerenses que reporta a los poderosos intendentes (que, al fin y al cabo son los que le dieron el grueso de los votos a CFK en las recientes elecciones primarias), quiere que el Fondo esté legitimado por Ley. Aseguran que si no hay apoyo de los otros bloques esa bancada votaría en contra de la propuesta que haga Vidal hacia fin de año, con vistas al período 2018.

Lo que viene

Cambiemos quiere votar el presupuesto 2018 ahora, con estos legisladores, con esta Legislatura aggiornada a los tiempos amarillos y de fluido diálogo inter pares. Y los diputados y senadores que terminan el mandato el próximo 10 de diciembre son generalmente amigables cuando se acerca el final de su estancia en el palacio legislativo bonaerense. Quieren votar, por supuesto.

Según las fuentes que consultó Info BLANCO SOBRE NEGRO, la mayoría de ellos quiere levantar la mano antes del 10 de diciembre. Y ser parte de la conversa, de la negociación, de la rosca, antes de que vengan los próximos representantes elegidos por el voto popular.

En este contexto, los intendentes ya comenzaron a hablar con legisladores que ocupan los primeros lugares de las listas seccionales (y que, por ende, van a entrar seguro) para armar una estrategia en común, y que el presupuesto se vote con la composición que tendrá cada cámara desde el 10 de diciembre. Todo eso se está jugando ahora.

Este portal accedió al proyecto que impulsan los jefes comunales. Allí se destaca que el Fondo de Infraestructura Municipal “debe transformarse en una Política de Estado, a fin de que todos los municipios cuenten con fondos que les permitan el desarrollo en infraestructura en cada uno de las 135 distritos, sin importar el color político”.

También consigna entre sus fundamentos que “es el tiempo de reconocer que son los municipios, a través de los Intendentes, quienes mejor detectan las demandas de los vecinos, sus necesidades, si hay que invertir en un centro de salud o si es mejor agrandar la guardería municipal, si es necesario el asfalto o si deben invertir en caminos rurales”, y refiere: “Hoy, la gestión pública más eficiente es la que descentraliza gestión, y por ende también hay que descentralizar los recursos que permitan y fomenten el Desarrollo Económico de cada ciudad y, consecuentemente el desarrollo y crecimiento de nuestra Provincia”.

También la norma que se propone menciona que “la falta de inversión pública (en infraestructura) implica un cuello de botella que frena el crecimiento”, y que “es allí donde debe estar el Estado, interviniendo cuando el sector privado no llega y fomentando el crecimiento”.

“Esta inversión debe ser eficaz, y oportuna; y debe estar dirigida a promover el crecimiento. Por ello, la ley prohíbe que esos recursos se destinen a financiar gastos corrientes”, advierte el texto que fundamenta el proyecto de Ley .

También se consigna que la realidad geopolítica de la Provincia “reclama descentralización en los recursos”, y se destaca que “más de 900 kilómetros separan a la Ciudad de La Plata de la ciudad de Carmen de Patagones”, por lo que “ningún funcionario de la administración provincial puede conocer mejor que el intendente cuáles son las prioridades de su Pueblo”.

Vale aclarar que los recursos en cuestión “están destinados a los Municipios para el mantenimiento y realización de obras de infraestructura en materia hidráulica, vial, de energía, de transporte, de vivienda, sanitaria y hospitalaria”, y que “se nutre al Fondo de lo recaudado por el Impuesto sobre los Ingresos Brutos, considerada la mejor fuente de recursos debido a lo informado por el Ministerio de Economía”.

La pregunta que por estas horas se repite, mientras llega el final del pálido debate electoral, es qué va a pasar con la discusión que proponen los intendentes, es decir, que tenga rango de ley el Fondo por el que tironean provincia y municipios.

Los sin tierra es decir, los que terminan su mandato y no tienen vínculos políticos con los intendentes de UC, quieren escuchar bellas palabras desde el ejecutivo. Los que tienen anclaje institucional y territorial quieren, simplemente, que gotee ese dinero. “Pero que gotee como debe ser, se están haciendo los distraídos, por eso vamos a ser inflexibles y a reclamar que se apruebe nuestro proyecto”, sentenció una legisladora que dialogó con este portal.

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