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Información General | 11 ene 2014

Pop electrónico

Tan Biónica, la banda del momento: dos miradas sobre el mismo fenómeno

Tan Biónica se sumó a la grilla del Personal Fest Verano, que se realizará hasta el 27 de febrero y que incluye shows gratuitos en los principales centros turísticos del país. El festival se podrá ver en directo en vivo -para todo el país- a través del sitio oficial de festival www.personalfest.com.ar. La popularidad del grupo no para de crecer, pero divide aguas. Te mostramos dos miradas diferentes sobre el grupo.


La banda que lidera “Chano” Moreno Charpentier es, sin dudas, el grupo preferido de la década. Sus fans se multiplican y cada recital desborda de pibes y pibas que los siguen religiosamente.

La banda pop, que se formó en Buenos Aires en el año 2002 está formada por Santiago “Chano” Moreno Charpentier (voz), Sebastián Seby Seoane (guitarra), Gonzalo Bambi Moreno Charpentier (bajo), Diego Diega Lichtenstein (batería), Germán Guarni Guarna (teclado), y Juan Manuel Juano Romero (guitarra).

El impacto que logró Tan Biónica, la legión de seguidores incondicionales, la devoción de los fans hacia “Chano” Moreno, y la fuerte presencia en los medios de comunicación, hicieron que el grupo empiece el año en boca de todos.

Tanto es así que, como siempre, aparecen detractores y defensores. Y, como estamos en un país tan “enfático” como Argentina, las posiciones nunca son a medias tintas.

El suplemento “vos”, del diario La Voz del Interior contrapuso la opinión de dos de los periodistas de su redacción.

“La ambición no es algo necesariamente mala. Puede entenderse incluso como una virtud, siempre y cuando ese apetito por crecer no afecte el contexto de forma negativa. Tan Biónica es un grupo ambicioso. Sabe que sus canciones funcionan en las radios, que sus letras se mimetizan con el espíritu de los adolescentes de hoy y que sus shows son una de las mayores atracciones de la actual industria, una industria cuyos grandes referentes, en el mejor de los casos, atraviesan momentos de incertidumbre o inacción”, comenzó opinando José Heinz, que no es, precisamente, fan de la banda.

“El grupo de “Chano” Moreno Charpentier supo cómo volverse fuerte en ese desierto. Captó un nervio popular y lo explotó hasta convertirse en una banda grande, pero sus pasos en ese camino son cuestionables. El cantante ha declarado alguna vez que su banda no “respeta arquetipos” ni se identifica con una tradición dentro del rock nacional, lo cual como discurso puede sonar perspicaz, pero sólo para aquellos que no conocen a fondo nuestra música”, prosiguió..

Y remató: “Decir que el suyo es un proyecto con propósito insular (“Tan Biónica es una nueva forma de pensar”, le dijo el vocalista a este diario) es menos una arenga que una falta de respeto, y a la vez simboliza un parricidio que los deja mal parados, básicamente porque las influencias están presentes aunque quieran ocultarlas. La idea de “matar al padre”, en cualquier tradición artística, supone una idea superadora, algo que Tan Biónica está lejos de concretar. Basta imaginar Beautiful con la voz de Fito Páez o La melodía de Dios (“El reloj amenaza y retrasa/ y la falta que hacés en la casa”) con la voz nasal de Andrés Calamaro: imitaciones, una travesura propia de los hijos, aunque disfrazada con las ropas de moda”. Demoledor.

Pero desde una perspectiva opuesta, Germán Arrascaeta señaló: “Tan Biónica horroriza al rocker promedio, pero éste no puede ofrecer ninguna contrapropuesta potente. Ni en términos artísticos, ni en materia de convocatoria. Y entonces, el grupo liderado por el cantante Santiago Moreno Charpentier, más conocido como Chano, está en la cúspide sin mayores sobresaltos, capitalizando con su electropop instintivo los réditos que pueden sacarse en un contexto de canción joven que, hoy, es un área devastada. Porque si bien el pop argentino vive un renacimiento, hay que conceder que no se vislumbra un proyecto con espalda ancha para grandes puestas. Sobran gestos arties, falta ambición”.

Y agregó: “Pero basta de ir por la tangente. O de reivindicar a Tan Biónica por oposición al “no pasa nada”. Sobran los motivos para fundamentar su pegada: un cantante carismático (no tendrá una gran voz, pero ésta tiene su personalidad), un manejo arbitrario de la lírica, la construcción de un imaginario antojadizo que alumbra conceptos como “obsesionario” y “destinología”, y una banda de respaldo que suena electrorrock en versión radioamigable. Porque, vamos, si exagerás los graves te quedás afuera de la alta rotación, del mismo modo que si comulgás con la electrónica frenética”.

En conclusión, Arrascaeta finaliza señalando: “Tan Biónica, al cabo, es un grupo pop que trabajaron a conciencia músicos megalómanos, que nunca se inmovilizaron por el qué dirán, ni por la presión de ser “honestos”. Soñaron grandes paradas y las consiguieron porque profesionalizaron su apuesta a medida que el producto (eso, tampoco tienen conflictos en ser tal cosa) iba sumando adeptos. OK, la canción del Mundial da un poco de vergüenza ajena, pero acompaña bien a un equipo que entusiasma hasta ahí nomás. Pero por otro lado, ¿a quién se la deberían haber encargado?”

Un difícil debate. Las bandas de rock, cualquiera sea su estilo, terminan calificándose con el tiempo. Los grandes grupo (nadie asevera ni a favor ni en contra que sea éste el caso) se califican con los años. Soda Stéreo fue denostada por parte de la prensa, y, así, muchos grupos más.

Te ofrecemos que veas el último corte del grupo, porque siempre la música habla por sí misma.

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