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Información General | 1 oct 2017

¿El espejismo de los datos? (Por Leandro Amor

Pobreza en tiempos de Cambiemos

El autor es economista y docente, vecino del barrio de plaza Malvinas y referente de la corriente Patria Grande. También es candidato a concejal en la capital bonaerense por el frente Vamos. En esta nota Amoretti hace un detallado análisis sobre lo que él define en el texto como "la pobreza, sus formas de medición y la maraña de números" que rodean los anuncios oficiales.


Los análisis en relación a la pobreza en la Argentina se han convertido en una catarata de chicanas, simplificaciones y oportunismos en los últimos años. La espectacularización de la política montada por los principales medios de comunicación han colaborado en enterrar cualquier debate serio, argumentativo y racional sobre este tema.

La dudosa consigna “pobreza cero” planteada por Cambiemos en el desarrollo de su campaña presidencial, luego olvidada, hizo contacto con un rechazo masivo a la manipulación de los números del INDEC instrumentada desde el año 2007. Allí operó uno de los errores más graves del kirchnerismo, el cual debilitó políticamente sus logros en términos de reducción de la pobreza y desigualdad.

En este marco las conceptualizaciones de la pobreza, sus formas de medición y la maraña de números se volvieron incompresibles para el ciudadano de a pie.
Desde el vamos resulta complejo definir teóricamente la pobreza, ya que bien se podría abordar desde un enfoque de derechos multidimensional y no simplemente en vinculación con una canasta de bienes y servicios. Sin embargo dicho debate excede al presente artículo.

El jueves pasado el INDEC publicó los resultados referidos a pobreza urbana para el primer semestre del 2017: 7,8 millones de personas bajo la línea de pobreza (28,6%); y 1,7 millones bajo la línea de indigencia (6,2%). Bajo esta concepción la pobreza se presenta como la imposibilidad de acceder a la canasta básica total (CBT) en el primer caso y la canasta básica alimentaria (CBA) en el segundo. Los ingresos familiares y las CBT y CBA son instrumentados como aproximaciones al bienestar económico de los hogares, lo que implica cierta simplificación y una necesaria arbitrariedad en la definición de las líneas de pobreza e indigencia (para una familia tipo, $15.600 y $6.400, respectivamente).

El gobierno festejó los números mencionados ya que el porcentaje de pobreza disminuyó entre el 2º semestre del 2016 (30,3%) al 1º semestre del 2017 (28,6%). En contraposición la indigencia creció del 6,1% al 6,2%, con un alto impacto en los menores de 14 años (10,6%). Una de cal y una de arena.

Para ubicar el informe y la intencionalidad del gobierno es indispensable repasar antes una serie de aclaraciones. En primer lugar la relevancia del apagón estadístico generado por el nuevo gobierno al asumir, dejó de publicar datos (EPH ) en el segundo semestre del 2015 y el primer trimestre del 2016.

Asimismo se puso en duda toda la base estadística desde el año 2007 en adelante. Como consecuencia de esta decisión la nueva gestión del INDEC realizó cambios metodológicos en sus estudios y construyó sus primeros informes en el año 2016.

Particularmente el año pasado, fruto de las nuevas políticas gubernamentales, fue un período de caída de la actividad (-2,3%), aceleración inflacionaria (41%), incremento de la desocupación y pérdida de poder adquisitivo por parte de los/as trabajadores/as. En ese marco se estimó la pobreza e indigencia el segundo semestre del 2016 (30,3%). En otras palabras, la base de comparación no podía ser peor.

Sin embargo el análisis más interesante emerge de los intentos de comparación con el año 2015, es decir, con el gobierno anterior. El retroceso económico sufrido en el 2016 y el informe de la UCA publicado en marzo de este año indican que la pobreza creció en el primer año del gobierno de Cambiemos. Este último trabajo dio cuenta de un 1,5 millones de nuevos pobres y de 600.000 nuevos indigentes, dentro de su propia serie.

Pero la pobreza medida por el nuevo INDEC ¿es comparable con las estimaciones anteriores? Bien, gracias. Los cambios metodológicos y las definiciones respecto a la muestra hacen muy difícil validar una comparación. En consecuencia el abordaje se reduce a tendencias. Pura ganancia, por ahora, para el macrismo.

¿Entonces, la pobreza creció entre el 2017 y el 2015? Veamos. El año 2015 fue un período particular en términos económicos, registrando señales de reactivación y cierta recomposición de los ingresos en el segundo y tercer trimestre. No hay datos para los dos últimos semestres del año 2015 y además los datos sí publicados difieren en sus metodologías (2015 y 2016-17). Ello ha dado lugar un debate interesante, pero un poco denso para no economistas, respecto a la respuesta sobre la pregunta del inicio del párrafo. Algunos de ellos son el CEDLAS y Daniel Schteingart del IDAES. Quienes los conocen ya imaginaran sus respuestas.

Volviendo al informe reciente de pobreza, los valores por regiones fueron los siguientes: Gran Buenos Aires, 28,6%; Cuyo, 29,3%; Nordeste, 33,6%; Noroeste, 28,2%; Pampeana, 28,0%; Patagónica, 21,0%. Al interior del Gran Buenos Aires se destacan los 24 partidos bonaerense del Conurbano (de una elevada concentración urbana) con una tasa de pobreza del 32,6% y una de indigencia del 8,2%.

Luego, para la región Pampeana resulta de particular interés el caso del Gran La Plata (La Plata Berisso y Ensenada) con un crecimiento de 6,6 puntos en su medición de pobreza al pasar del 24,2% al 2ºsemestre del 2016 al 30,8% en el 1ºsemestre del 2017. Recordemos que al segundo trimestre del 2017 el aglomerado Gran La Plata registró un tasa de 10,2% de desocupación.

Retomando el resultado mencionado para el agregado nacional, es decir, la leve reducción de la pobreza y el incremento de la indigencia, vinculada a la pobreza extrema y estructural, podemos establecer al menos dos salvedades. Responden a una coyuntura particular de desaceleración de la inflación y a la comparación de un período base relativamente malo. En decir, un sector de los asalariados empleados próximos a la línea de pobreza ($15.600) probablemente entre y salga coyunturalmente a la pobreza de acuerdo a la evolución de la inflación. Sin embargo los sectores de menores ingresos más distantes de un empleo estable presentan mayores condiciones de precariedad, al verse más afectados por las (o falta de) políticas laborales del nuevo gobierno, y por la aceleración del precio de los alimentos habilitada por el oficialismo.

En síntesis, con buen sentido de la oportunidad Cambiemos ha utilizado el reciente informe del INDEC, sin embargo las proyecciones de sus políticas económicas y laborales no acompañan una tendencia de reducción de la pobreza.

Asimismo las dificultades de comparación con el año 2015 han evitado confirmar lo que el resto de las estimaciones indican. Es decir, que la pobreza y la indigencia han aumentado desde la asunción de Cambiemos.

Notas:

1 – Encuesta Permanente de Hogares.

2 – Observatorio Social de la Deuda Social Argentina. Pobreza y desigualdad por ingresos en la Argentina urbana 2010-2016.

3 – En el 2013 el INDEC corrigió las proyecciones demográficas en base al censo 2010, lo que repercutió en el rediseño de la muestra de la EPH, incrementando el paso de niños/as y adolescentes. La nueva gestión del Instituto revirtió dicha modificación.

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