El mal de chagas, enfermedad parasitaria propia de un clima tropical, caracterizada por fiebre, aumento del tamaño del hígado y del bazo, entre otros síntomas, es muy difícil combatirla. La misma hace mella en casi casi todo Latinoamérica.

Uno de los esfuerzos por controlar la enfermedad consiste en la prevención, en la detección temprana de las misma y en el seguimiento del vector en recién nacidos.

Los métodos serológicos actuales, si bien ofrecen resultados eficaces, requieren la producción de proteínas recombinantes, que es laboriosa y cara. En este marco, un equipo del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la UNSAM y el CONICET desarrolló una técnica de diagnóstico que cobra relevancia a nivel nacional e internacional.

El descubrimiento realizado por el equipo de trabajo de la Universidad de San Martín y el Conicet consiste en la aplicación de principios biotecnológicos a escala masiva, lo que lo convierte en más económico y más fácil de producir que los existentes.

“No hay nadie que haya aplicado principios biotecnológicos a esta escala ni en Chagas ni en otras enfermedades. En 2012 teníamos la capacidad de estudiar 400 péptidos. Gracias a los avances tecnológicos, en un par de años pudimos estudiar 175.000, que es casi 500 veces más”, detalló Fernán Agüero, uno de los investigadores que desarrolló el moderno kit.