“Es lamentable que estemos cerca del triste récord del 2016”, manifestó Pedro Perrotta presidente de Corazones Azules Argentina al referirse a la cantidad de muertos viales que tiene en lo que va del año. “Desde julio que venimos alertando sobre la cantidad de víctimas fatales del tránsito en la ciudad”, expresó.

“En 2016 lamentamos 95 muertes viales en la ciudad, a la fecha de hoy tenemos 94, es decir que estamos a tan solo una víctima más para que la ciudad vuelva a encabezar un triste record”, detalló.

“En las vacaciones de invierno de este año presentamos un proyecto en el Concejo Deliberante de la ciudad solicitando que se declare la emergencia vial en el municipio a esa altura del año teníamos 72 muertos, pasaron casi 5 meses y 22 víctimas más y no hubo ninguna decisión ni informe sobre el tema que permita abordar la situación”, agregó Perrotta.

El titular de la ONG alertó además que cuando llega la época de calor aumenta la cantidad de personas y vehículos en las calles, así como el consumo de alcohol. “Estos factores combinados elevan considerablemente las probabilidades de accidentes e impericias en las calles de nuestra ciudad”, advirtió.

“En La Plata tenemos la lamentable cifra de un muerto vial cada 78 horas en lo que va del año, todas muertes que se podrían haber evitado con políticas de seguridad vial adecuadas por parte del Estado”, señaló.

Corazones Azules Argentina trabaja en la promoción del respeto por las leyes de tránsito y la concientización y educación vial con el objeto de bajar los índices de muertes y heridos en accidentes.

En ese sentido remarcó que la educación vial “es fundamental” para revertir la situación, pero que también “es necesario la presencia del Estado en las calles para controlar y ordenar el tránsito”.

Corazones Azules nació en Ecuador en el año 2004, como una iniciativa del Coronel Juan Zapata luego de haber vivido una experiencia personal en la cual dos niños murieron a raíz de que un auto a alta velocidad los atropello mientras él viajaba a una localidad ecuatoriana.

A partir de ese hecho trágico, decidió unificar su especialidad como ingeniero de tránsito con una campaña “para evitar que tanta gente muera de una manera tan irresponsable”.

Sobre el nombre, explicaron que “cuando una persona muere en un accidente de tránsito, por lo general producto de una muerte violenta, se produce un corte instantáneo de la circulación y oxigeno de la sangre y el corazón se torna azulado”. Los resultados obtenidos en Ecuador, motivaron a otros países a adoptar la iniciativa. Así fue que se sumaron Perú, Panamá, Chile, Costa Rica, Uruguay, España y Argentina.