En un incuestionable perfil xenófobo, este grupo de Facebook argumenta contra los inmigrantes “limítrofes” (especialmente peruanos y paraguayos) diferenciándolos de los primeros inmigrantes europeos que vinieron a nuestro país. Aducen que los europeos fueron honrados y trabajadores, mientras que los “limítrofes” son “delincuentes que piden plata al Estado y se embarazan para no ser deportados”.

Por eso, se cimentó una fuerte campaña entre periodistas, asociaciones civiles y abogados para solicitar la baja del grupo, pero pese a las múltiples denuncias realizadas, las autoridades locales de Facebook respondieron que en la cuenta no se registran contenidos que “inciten al odio” y que “infrinjan las normas comunitarias” de la empresa.

En la descripción del grupo (que se encuentra abierto a la participación del público), los administradores plasmaron las máximas de la página: “Inmigrantes: si no les gusta, vayan de regreso”. Rematan en una especie de “border-xenófobo” las expresiones respecto de la religión, cuando declaran: “Nuestro origen y cultura es occidental europea y cristiana. Se ha desarrollado sobre siglos de luchas, pruebas y victorias de millones de hombres y mujeres que vinieron aquí en busca de libertad, trabajo, educación, salud, honestidad y muchas virtudes y valores propios de nuestro origen occidental y católico. Aquí hablamos español. No hablamos aymará, chino, ruso, guaraní, chilote, ni ninguna otra lengua. Por lo tanto, si los inmigrantes quieren convertirse en parte de esta sociedad, ¡que aprendan nuestro idioma!”.

Cuando los lectores ya superan el límite de su propia incredulidad, se topan con frases como ésta: (Los inmigrantes) No deben tener prioridad en la educación, salud, vivienda, o planes sociales, como sucede desde hace mucho tiempo. O para peor, imágenes del estilo “STOP INMIGRACIÓN: Porque disfrutan de nuestras tierras y traen más gente a infectar nuestro suelo, ¿hasta cuándo hemos de aguantar a esta clase de personas robando nuestros beneficios?”. Más debajo de la página, vemos cómo tratan de “judía, camporita e infiltrada” a una militante del Fpv a la que luego echaron del grupo.

Para todos aquellos que deseen formar parte de la campaña, y que al leer este tipo de cosas ya no sepan si reír o llorar… ni a reír ni a llorar: a denunciar.