Esta mañana, familiares, amigos y conocidos de Renzo volvieron a concentrarse frente al Colegio Normal 3, de calle 8 y 58, para reclamar justicia por la muerte del niño de 7 años ocurrida el pasado 10 de octubre, cuando el menor, que estaba al cuidado de su padre Diego Villanueva y de su pareja, Rosa Martignoni, cayó de un séptimo piso.

Horas después se conoció que la reconstrucción realizada por peritos de la Policía Científica determinó que “no podría descartarse la participación de un tercero como desencadenante de los sucesos”, y que “que de las experiencias realizadas y en función de los resultados obtenidos, no puede descartarse la posibilidad de que la víctima, al momento de su caída, tuviera sujetados, en una o en ambas manos, los dardos con ventosas”.

Además, el informe agrega que “la posición en la que se encontraban el andador infantil y el ventilador hacen inferir que no facilitarían la acción de escalamiento”. Estos eran los objetos que, según el padre, Renzo habría utilizado para escalar el balcón.

Por el análisis del charco hemático, los peritos concluyeron que “necesariamente el cuerpo que la generó debió tener una velocidad inicial, producto de un impulso, del que no puede establecerse, fehacientemente, su etiología”.

Además, agrega que “no se observa ningún elemento que sobresalga del plano de la pared, más precisamente de las líneas de caída desde la ventana hacia el estacionamiento, que podrían generar un cambio de trayectoria al momento de la caída”.

Por último la pericia concluye que de acuerdo a los resultados obtenidos, según la bibliografía específica “estos valores entrarían en el rango descripto como homicidio”.

El padre aseguró que el chico se había caído cuando quiso buscar un juguete. Sin embargo, su madre, Angela Donatello, acusa a su ex marido y a su actual pareja de ser los responsables de la muerte del niño y asegura que el chico era sometido a constantes maltratos por parte de su progenitor.

Donato venía denunciando desde hacía años a Villanueva por violencia familiar y de género. En dos ocasiones la justicia le había ordenado una restricción perimetral. Desde la muerte del niño, su madre, familiares y amigos realizaron numerosas movilizaciones para reclamar justicia.